Lo de Abinader es enfrentar con coraje a los expresidentes opositores y si no lo hace, aquellos se lo comerán vivo

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Es difícil que alguien de tanto poder concentrado como el que tiene quien sea presidente de la República, pueda pensar que se mantendrá en el poder en base solo al poyo popular y la propaganda y no apela a la astucia y a la frialdad de juicio.

Y en este sentido, si Abinader no hace lo imposible por enfrentar con decisión y coraje a sus adversarios y quienes están haciendo de todo para que pierda la confianza de la población, será muy difícil que pudiera imponerse y retener el poder.

En este sentido, si a sus adversarios expresidentes, quienes en la lucha por el poder siempre serán sus más implacables adversarios, él no hace lo suficiente para que estos queden desenmascarados ante la atrapada opinión pública y como dos opciones del pasado que jamás deberá de volver al Palacio Nacional y los combate, apabullándolos directamente con el peso del poder y solo golpeando sus conocidas partes débiles de corrupción, latrocinio y enriquecimiento ilícito, no le será nada fácil el imponerse.

Hasta ahora, Leonel está logrando ganar tiempo en lo que socava a Abinader en su ejercicio del poder y con lo que sí sabe hacer: ridiculizándole y haciéndose el yo no fui y el otro, Danilo, también ganando tiempo y ahora agarrando de pretexto una posible enfermedad que perfectamente puede tratarse en este país donde la alta tecnología medica está al mismo nivel que en EEUU y ambos, enormemente inescrupulosos  y con fuerzas de escuadrones de incontrolables, esperando que solo se les pique un ojo y para que salgan a quitarles del camino los “obstáculos enojosos” que no les dejen avanzar.

Y si encima de esta realidad, Abinader se deja dormir por los reclamos de Hipólito -que nunca ha sido su amigo- de que a un expresidente no se le mete preso o que está “decepcionado” de la manera de como la PEPCA impone la justicia y con lo que está buscando debilitar al gobernante en su misma gobernabilidad y en una escala de cero a diez puntos, veríamos que Abinader podría ser derrotado irremisiblemente.

Es decir, Abinader, tiene y debe jugársela y mucho más, cuando a demostrado que tiene un grandísimo apoyo popular y que la mayoría de los dominicanos le dan el beneficio de la duda, pero, si deja que la propia sangre lo manipule y acobarde, su proyecto reeleccionista constitucional no pasará. (DAG-OJO)