Una cosa es disentir de las políticas oficiales o de lo que diga el presidente de la República y otra muy distinta, es observar y con justa alarma, de cómo en las redes sociales se trata con profundo irrespeto al presidente de la República y lo que, a nuestro modo de ver, lo entendemos extremadamente provocador y abusivamente irrespetuoso.
Lo que no nos explicamos, es como esa legión de periodistas, comunicadores y productores de radio y televisión que están en la nómina oficial, no tienen un accionar coherente para enfrentar a los enemigos de quien les paga y no estar de temerosos tratando de mantenerse en dos aguas.
Este medio no es bien visto en ciertos sectores gubernamentales y ello no impide que mostremos nuestra inconformidad ciudadana con el maltrato que se le dispensa a Abinader, y que debemos puntualizar que con quien escribe, nunca ha tenido ni un sí y tampoco un no y menos algún saludo y porque las circunstancias nunca se han presentado y es que la decencia y las buenas costumbres siempre tienen que imperar.
A este paso y si sus periodistas no salen a defenderlo, de aquí a diciembre su imagen será totalmente destruida y su activo electoral quedará muy afectado. (DAG-OJO)