Los halcones en la Casa Blanca y a como de lugar avivan un desastre nuclear en Ucrania y como pretexto para entrar en la guerra Rusia-Ucrania. De suceder, República Dominicana debería de andarse con pies de plomo

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En la medida que pasan los días y la guerra continua y Rusia no da señales de debilidad, es evidente que, en EEUU, Reino Unido y la Unión Europea la desesperanza y la frustración se apoderan de sus mediocres burócratas disfrazados de supuestos o aparentes estadistas y con ello, el peligro de que la Casa Blanca lance a la OTAN en aquel escenario, sin duda, aviva la posibilidad de una ampliación bélica, que perfectamente podría llevarse de paro a Ucrania y poner de rodillas al resto del mundo.

Por lo pronto, para quienes mandan y controlan en la Casa Blanca, ya hace rato que midieron los probables peligros que para EEUU y este continente representaría un desastre nuclear en Ucrania, sea por la explosión a propósito de la central nuclear de Zaporozhie o porque Rusia, sintiéndose más que cercada, Moscú asuma que le es materialmente imposible evadir la opción nuclear y aun cuando fuere un estallido regional y no global.

De cada uno entender el tremendo riesgo que en uno o en otro sentido la situación en acecho conlleva, absolutamente nadie en Europa y para que se entienda el terrible factor geopolítico, quedaría a salvo de quedar relegado en el concepto de las naciones y potencialidades económicas en juego.

Simplemente y como ya hemos escrito antes sobre este particular y el que ahora se observa a mayor, colateralmente, Washington, lo que busca es dejar a Europa sin posibilidad alguna de seguir siendo una potencia regional determinante y dado que su visión geoestratégica de mediano plazo frente a Rusia y a largo plazo contra China le hace entender que los riesgos para la hasta ahora potencia unipolar, perfectamente que podría afrontarlos y de cara a un cataclismo nuclear “sectorizado”.

De entenderse entonces el rejuego letal que se está iniciando, es muy cuesta arriba no entender, que el riesgo que países-vasallos como República Dominicana pudieran confrontar, se verá y sentirá más en el abastecimiento comercial y el colapso de las materias primas y de lo que poco a mucho ya empieza a evidenciarse en la economía local y ahora a más, con la terrible secuela de unos indicadores de inflación europeos que están haciendo estremecer aquellas economías y que en cierta medida tratan de apresurar una delicada situación de estancamiento con inflación a nivel local y no obstante que hay que reconocer lo prudente de las medidas antiinflacionarias  del presidente Abinader al subsidiar de continuo los precios de los combustibles.

Pero no todo lo bueno dura para siempre y de ahí que entendamos de prudentes, que Abinader y con el mismo ímpetu que da palazos y corta cintas por donde quiera que vaya y aparte de inaugurar determinadas obras de utilidad para determinadas demarcaciones, de algún modo, debe y tiene que enfrentar y adelantándose a los acontecimientos, a que en cualquier momento haya una variable nuclear en Ucrania, que, de golpe, las mejores economías pudieran deteriorarse o agrietarse.

Para empezar, los niveles de comercio y remesas que desde Europa nos llegan, fácilmente que tenderán a detenerse y por consiguiente, en este país habrá un recrudecimiento de la situación actual de poco circulante y ausencia de dinero en las familias y de estancamiento en la dinámica de las infraestructuras, que por obligación, no avizora nada bueno para la continuación de la gobernabilidad y en un país en el que y hablemos ríspidamente, la mayoría de su gente no gusta de bajar el lomo, menos hacer sacrificios y nunca a renunciar a las prebendas y canonjías.

Solo con recordar como toda la actividad económica nacional se detuvo de golpe desde el 24 de abril de 1965 y hasta bien entrado abril de 1966 y conllevando que la Organización de Estados Americanos y funcionando como la alcancía de Washington, fuera el ente que pagaba los salarios de la nómina pública, debería de ser el mejor indicador de la delicada situación que a esta nación le sobrevendría y por los efectos perturbadores del colapso europeo y en razón de que la guerra se reconvirtiera en una nuclear.

¿Tendría el gobierno, la fortaleza de espíritu para demandarle desde ahora a la Casa Blanca, qué medidas y como paliativos para contrarrestar la probable parálisis económica provocada por su política guerrerista, tendría en carpeta para esta nación y como a otras del entorno regional, pero mucho más a esta, que tiene a EEUU como su primer socio comercial y ella misma como el séptimo socio en la región, aparte de ser la llave en la primera línea de la lucha contra el narcotráfico?

Si el presidente Abinader todavía no se ha formado una idea de lo que afectará a esta nación la ampliación de la guerra de EEUU contra Europa y empujando al ejército mercenario de la OTAN a entrar a sangre y fuego a Ucrania y con la segura respuesta rusa de la opción nuclear y aunque fuera a nivel regional, entonces nuestro joven presidente no tendría los pies en la tierra que pisa.

Y lo que hay que decirle, porque con los nuevos y peligrosos indicadores ocurridos en las últimas 48 horas, de los intentos de los nazistas soldados ucranianos por “despacharse” la central nuclear más grande de Europa, la de Zaporozhie, parecería que el mundo ya está al tris de confrontarse frente a sus peores miedos.

Mientras tanto y como el gobierno de Abinader es el primero en la historia nacional que es de conformación plutocrática, habría que recordarle a sus socios empresariales y comerciales, que con la guerra ampliada en Europa, sus dineros en cuentas bancarias europeas quedarían paralizados y ni se hable de las empresas y negocios que familias oligárquicas como la Vicini y la Corripio tienen en aquella parte del mundo, mientras desde EEUU y por razones de sobrevivencia para la economía estadounidense, de inmediato y de golpe, los bancos en los que también tienen sus dineros  o les sirven de puentes para sus negocios y dado que sus bancos aquí son corresponsales de aquellos, entrarían en una situación de semi parálisis, que agravaría la delicada situación de iliquidez general que se tendría.

Ante semejante escenario, ¿podría hablarse de que la gobernabilidad se mantendría o, por lo contrario, que la interrupción del orden constitucional sería una opción que no pudiera descartarse?

Desde luego, nuestro propósito no es escandalizar, pero conociendo también el terrible cuadro de sobrevivencia que se presentaría en Haití y en momentos que nuestra nación se estremecería de cuerpo entero por el colapso económico que la guerra en Europa nos ocasionaría, ¿tendrán en el gobierno alguna salida salvable para rescatar la vida nacional y con un pueblo “dócil y bueno” que cuando entra en pánico es muy capaz de llevarse todo lo que encuentre a su paso?

Viendo pues toda esta serie de escenarios concatenados que el aumento de la guerra nos ocasionaría y sabiendo que la cabeza no se hizo solo para peinarnos y sí para pensar, ¿tendrán los miembros de la clase gobernante dominicana, alternativas para ir en auxilio del gobierno y de la nación? Nosotros lo dudamos, aunque nos mantenemos cautelosamente optimistas.

Sin embargo, esta nación buscó alternativas cuando la Segunda Guerra Mundial la paralizó económicamente y así sobrevivimos. Lógico que haya que suponer que también ahora podría ser igual, no somos aquel millón de habitantes y sí diez millones y medio y nuestras infraestructuras no son de país subdesarrollado y sí de economía emergente y con un nivel educativo real mucho mayor. Pero lamentablemente, no tenemos conducción política cierta y a ningún nivel y lugar y ni de oposición y tampoco de gobierno y para una situación tan terriblemente catastrófica como la que podría presentarse.

El tiempo pues avanza y nuestra inquietud y preocupación nos hacen decir, que los halcones en la Casa Blanca y a como dé lugar avivan un desastre nuclear en Ucrania y como pretexto para entrar en la guerra Rusia-Ucrania. De suceder, República Dominicana debería de andarse con pies de plomo. (DAG)