El caso legal del pelotero Wander Franco, trae a la realidad, que ya la madurez llega de golpe a las niñas y ante lo cual, la mayoría de dad debe ser desde los 15 años.
Y es que, en una nación en la que cuatro millones de sus ciudadanos son mujeres y de estas casi un millón y medio son menores de edad y las que desde los diez a quinceaños se desarrollan como mujeres y pareciendo que teniendo un cuerpo de mujer de 25 años, se impone que haya una modificación de la ley que tiene que ver con la mayoría de edad, toda vez que la nueva situación está generando abusos de parte y parte y provocando que a los fiscales y unos por envidia y otros por afán de lucro se presentan llenos de prejuicios a ese tipo de situación y a la que no escapan abogados, jueces y hasta periodistas.
Lo que hay y que es el caso Franco, un muchacho de 22 años y con un peso económico de 300 millones de pesos, quien de golpe se convierte en un atractivo sexual-económico casi de acoso continuo y como la mejor muestra de lo que decimos.
Así se le mete “por ojos, boca y nariz”, una muchacha de 15 años y con una mamá marpiola y aprovechadora y la que prácticamente vendió su hija al deportista y quien de incauto cayó en la trampa y con el supuesto engaño, de que a un rico pelotero y en esos casos, aquí se le protege.
Ahora y como se ha visto esta mañana en la audiencia del tribunal en de la oficina permanente de Puerto Plata, no solo que la madre vendió a la hija por 2.3 millones de pesos y que la muchacha (a la que no hay que llamar víctima, porque conquistó al pelotero con toda la perversidad del mundo) se siente afligida por que su progenitora deberá responder en justicia, el pelotero Franco en cambio, sí que es víctima de la morbosidad y envidia de muchos y sobre todo, de periodistas y medios, quienes se refocilan con el caso sexual y para ver cuanto sacan en audiencia y dinero y sin importarles desgraciar el futuro profesional del joven de las grandes ligas de beisbol estadounidense.
Como la muchacha de 15, pero que parece que tiene 25 años, hay más de 300 mil que están en la práctica nociva del mercado sexual por encargo y en toda la geografía nacional, creemos entonces, que la mayoría de edad y dado que la juventud se desarrolla ahora tan rápido, debe ser modificada y que esta sea reconocida desde los 15 años para los ciudadanos de ambos sexos, de lo contrario este mercado sexual a la inversa y en base a la ley, continuará abusiva e indiscriminadamente.
Y es que ahora, las jovencitas se prostituyen y siempre por incitación de sus madres, mientras que a los jovencitos se les desarrolla esa cierta rebeldía social de irrespeto a los mayores y de absoluta delincuencia juvenil, que todavía no entendemos el por qué maestros, psicólogos y sociólogos no le han prestado la debida atención. Ojo pues. (DAG-OJO)
