Ómicron futuro epidemia

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La variante ómicron del coronavirus sigue diseminándose con rapidez en muchos otros países, y como lo indican todos los datos preliminares parecen indicar, irá sustituyendo a la variante delta, y en función de su agresividad causará más contagios. Pero otro aspecto que no se conoce es la gravedad de la enfermedad que puede causar: si fuera mucho más leve, como apuntan algunos médicos en Sudáfrica, la ómicron podría llegar a ser una buena noticia.

Definitivamente el impacto de esta nueva variante no será el mismo que tuvimos hace dos años, puesto que ahora se conoce con mayor exactitud todas las propiedades del virus, la gente está utilizando medidas de protección en mayor proporción y quizás lo más importante es que disponemos de vacunas que según los últimos reportes con una tercera dosis se reduce aún más la patogenicidad del virus.

Los virus por lo regular no intentan acabar con la vida de sus huéspedes sino más bien convivir con ellos. En el caso del coronavirus es previsible que en un futuro este se convierta en un patógeno estacional al estilo de la gripe o del catarro, con el cual podamos convivir a base infecciones, vacunaciones y de protección con pastillas y las mutaciones del virus pueden acelerar el proceso hacia este escenario.

 Quedan muchas incógnitas por resolver para saber el impacto que tendrá en la salud pública. Cada vez parece más claro que puede esquivar las vacunas y la inmunidad natural a la hora de infectar, pero es muy probable que estas mantengan la protección frente a la enfermedad grave. Por el momento se conocen pocos casos graves con ómicron, pero lo cierto es que hasta ahora ha afectado mayoritariamente a personas jóvenes, para las que la covid suele manifestarse de forma leve.

 El más reciente de los cuatro coronavirus que convivían hasta ahora con los humanos es el HCoV-OC43, como recuerda el climatólogo Arturo Sánchez Lorenzo. Algunos autores creen que este pudo ser el patógeno que causó la pandemia originada por la llamada gripe rusa, con altos picos de mortalidad entre 1889 y 1890. Hoy en día es un virus inofensivo que produce resfriados.

El SARS-CoV-2 podría convertirse en el futuro algo parecido. Y la ómicron quizás sea un paso en esa dirección. Por: Ernesto Guerrero [El Nacional]