Peligroso precedente

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En Panamá ha ocurrido un incidente legal que debería preocuparnos a todos, porque dada la disposición de nuestros políticos en América Latina a copiar las malas prácticas, esta podría llegar a verse en otros países, incluido la República Dominicana, y desde ahora hay que oponerse tenazmente a este tipo de práctica.

Resulta que la pasada semana el Tribunal Electoral (TE) de Panamá ordenó a dos medios digitales y a un periodista independiente a retirar publicaciones sobre el polémico expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014). Este señor aspira nuevamente a la Presidencia a pesar de estar implicado en casos de corrupción y ser declarado personaje non-grato por el Gobierno estadounidense.

El TE ordenó al periodista Álvaro Alvarado y los medios digitales Foco y @claramente a detener y borrar sus publicaciones en las plataformas digitales, incluidas las redes sociales, por entender que denigran y afectan la reputación de Martinelli, candidato presidencial del partido Realizando Metas (RM) en las elecciones generales de 2024.

Esa determinación ha causado críticas de todo nivel, incluyendo del conocido salsero panameño Rubén Blades, quienes la ven como un claro atentado a la libertad de expresión, sobre todo, al venir de un órgano judicial.

La cosa va más allá, porque Martinelli intenta recurrir al polémico concepto de "derecho al olvido" para conseguir que se borre de la memoria digital todo el historial de sus vínculos con la corrupción y las malas prácticas durante su gobierno. Cosa que parece le será posible, pues ya consiguió que su juicio por corrupción vinculado a la empresa brasileña Odebrecht fuera pospuesto para luego de las elecciones, para que no "interfiriera con el proceso".

Lo que ocurre en Panamá es de temer, porque dará malas ideas por toda la región, si es que no se enfrenta con vehemencia. Aquí hablamos de un tribunal que decide qué se publica, sobre quién, cuándo, dónde y cómo, encima argumenta por qué no debe publicarse la información e incluye en su alcance a las plataformas internacionales. Si eso no es censura, no sé cómo llamarle.

Ya Estados Unidos levantó su voz de alerta. Por acá debemos hacer lo mismo, para evitar volver a aquellos años oscuros del control de la diversidad de opiniones. Por: Benjamín Morales Meléndez [Diario Libre]