Desde casi el inicio de la administración del presidente Abinader, hemos visto y con preocupación, cómo los dirigentes del Poder Legislativo, Estrella desde el Senado y en menor medida, Pacheco desde Diputados, muestran públicamente una dependencia directa del Poder Ejecutivo y al grado, de que se ha visto como “normal” que ambos legisladores se les entienda chicos de mandados de Abinader o peor, como simples matasellos del presidente de la República.
No hay acto público al que concurra Abinader, al que por lo menos Estrella no se presente y siempre como obsequioso activista o correligionario político de Abinader y que no es su papel y con todo que los tres mandatarios son hijos del mismo partido gobernante y aliados.
En este sentido, se tiene la sospecha, de que como ahora se entra en precampaña electoral, la presencia de Estrella y Pacheco en actos públicos y políticos a los que asista el presidente, se envíe un mensaje equivocado a una atrapada opinión pública, que de cándida ya no tiene nada. ¿Sería mucho pedir que se corrija esa grave distorsión de responsabilidades y entre poderes, que se supone son independientes uno del otro?
Y lo que nos ace preguntar: ¿Por qué el presidente del Senado, Eduardo Estrella, siempre anda de perrito faldero del presidente de la República? ¿Tan dependiente de Luis Abinader es que se siente? Esa conducta no está nada bien y envía un pésimo mensaje de subordinación inconstitucional (DAG-OJO)