Preocupación

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2003

¿Un intento de secuestro de cuatro colombianos en Pimentel? El confuso incidente terminó con dos muertos y varios detenidos, que quizá puedan aclarar lo que está ocurriendo en el Cibao.

Lejos queda la teoría, en la que se quiso insistir tantas veces, de que aquí la delincuencia se subscribe a actos de raterismo. Un funeral con armas sobre el ataúd, en Santiago, también sirve como aviso de que en la zona se está jugando con otras reglas y de que la formación de pandillas que disponen de armas largas ya no es algo que se vislumbre como una posibilidad a futuro.

¿Estamos en el umbral de que se formen agrupaciones como las maras de Centroamérica? ¿Las armas que se incautaron, también en Santiago, hace unos meses, iban hacia Haití como se especuló o eran para el mercado interno? 

La paz social es uno de los grandes valores que han permitido la recuperación económica, la inversión extranjera de la que tanto depende el desarrollo y la solidez del crecimiento del sector turístico. Uno de nuestros competidores en este segmento, México, está atacado seriamente por las guerras entre narcos, algo que hasta ahora aquí no ha ocurrido.

Los sucesos de la semana pasada en Pimentel son gravísimos. Si, como se ha dicho, son el resultado de un problema de deuda por drogas, hablamos de narcotraficantes y no de “problemillas por puntos de microtráfico”. ¿Es el país algo más que un puente de drogas hacia otros destinos? ¿Es la base de operaciones a gran escala?

Hay preocupación por las situaciones que se están combatiendo en el Cibao. Las maras de Centroamérica son el ejemplo de lo que estamos a tiempo de atajar porque llegan a un punto de no retorno. Incontrolables. Por: Inés Aizpún [Diario Libre]