Presidente Abinader. Ir a Europa a una cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) no es el mejor de los pretextos para hipotecar nuestra política exterior

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Nos preocupa ese anuncio de la tarde de ayer, respecto a que el presidente de la República y en su calidad de jefe de la política exterior dominicana, concurrirá a Bruselas, a una sorpresiva cumbre, que a razonamiento a contrario y que, como deducción de pueblo, se percibe como una entrega mucho mayor a los designios belicistas de EEUU y la Unión Europea y Reino Unido y que no es lo que precisamente lo que se espera de nuestro primer mandatario.

No estamos diciendo que este sea el objetivo expreso del citado futuro viaje, pero sí que hay que estar ojo avizor ante el terrible despliegue de aniquilación de voluntades y soberanías que perpetra de continuo la alianza EEUU-Europa y a propósito de su continua guerra con la Federación de Rusia y que hasta ahora es lo menos que se puede deducir de tan inesperada invitación de Estado.

Por lo tanto, de juiciosos y sentido común debe de ser, el advertirle muy cortésmente a nuestro joven presidente, de que no obstante que él es jefe de la política exterior, tal calidad no le da ningún derecho a decidir y tomar decisiones sobre políticas que puedan ser entendidas como un empujón de Washington y Bruselas para que República Dominicana tome un papel más activo y de compromiso público en una situación de guerra abierta e intromisión descarada en los asuntos internos de terceros país y en función, de que la hasta ahora potencia unipolar, evidentemente quiere formar un bloque compacto de naciones occidentales que le apoyen en esta guerra pero con la finalidad de que EEUU no pierda su hegemonía global.

En este sentido y de ser este el objetivo oculto de la invitación a Abinader para que vaya a Bruselas a “entrevistarse con las máximas autoridades” de allí y lo que se espera que haga a partir del martes próximo, que haya que alertarle y no porque nuestro primer mandatario sea un emotivo descontrolado que ponga su ego primero que su país, sino que tal como están las cosas, cuando República Dominicana es la joya de la corona de los países latinoamericanos en el área caribeña, el primer mandatario debe saber que terreno minado es el que pisará y que es lo que realmente sus anfitriones esperan de él.

Desde luego, sabemos que constitucionalmente, el Poder Ejecutivo está autorizado a viajar por un lapso no mayor de 15 días fuera del territorio nacional y que para más tiempo requeriría el permiso del Poder Legislativo, pero justamente porque en nuestro sistema político tan enrevesado, desde antes del 2004, quien sea presidente de la República es el verdadero supra jefe de senadores y diputados y dado que todos estos funcionarios de elección directa no son elegidos directamente por los electores  y sí por las turbias escogencias de a dedo que los jefes políticos hagan al no permitirles la libertad de escogencia.

Que entonces haya que advertirle a Abinader y con mayor firmeza, que él no puede ni debe dejarse llevar a una encerrona y por más promesas y pajaritos en el aire que le ofrezcan e inducidos por los grupos económicos y financieros asociados desde esta economía a EEUU-UE-Reino Unido.

A Abinader hay que manifestarle, que él y bajo ningún concepto, jamás pudiera comprometer la soberanía nacional con una decisión de Estado que abarque más allá del limite prudente de sus funciones y lo que hay que recordarle por simple y determinante razón de patria.

Solo hay que ver el giro continuo que tiene EEUU y sus aliados europeos en todo lo relativo al terrible ambiente bélico que esas naciones y sus gobiernos han creado y la mayoría como naciones y gobernantes vasallos de EEUU, para entender juiciosamente que la cumbre anunciada y la rápida aceptación del presidente Abinader a la invitación y ojo, esto es importante que no lo olvide, que se le ha hecho a República Dominicana  y no a la persona del primer mandatario, es más que suficiente para que entienda y considere que se debe manejar con tacto, juicio y mucha prudencia.

Así mismo, no importa que ha propósito de la cumbre anunciada haya otra paralela como “reunión subregional con los líderes del Caribe” y lo que nos dice, que efectivamente, el interés de la invitación es político y de cara a la situación bélica, pues de lo contrario se hablaría dándole mayor importancia a la supuesta cumbre  UE-CELAC, desde el punto de vista regional y puntualizándose de lo que hará la Unión Europea y sus instituciones en su interés de afianzar los lazos económicos y financieros con esta parte del mundo.

Y lo que no es así, pues en apariencias, parecería que Bruselas, lo poco de interés que tiene, es en lo relativo “a la revolución digital, además de promover la democracia, la paz y la seguridad” y cómo se anuncia en la nota de prensa introductoria y que perfectamente podría tratarse en uno de esos comités ad-hoc que tiene la ONU.

Pero lo más patético, es lo otro y que como motivación “especial”, presentara el embajador del gobierno español de saliente, Antonio Pérez-Hernández y al decir y como si estuviera planteando una de sus acostumbradas engañifas a su electorado, de que el Caribe y para la presidencia española de la UE, tiene el supuesto deseo de esta, “de impulsar y dar un salto cualitativo a las relaciones entre ambas regiones, con muchas visiones, muchos puntos de vista en común” y que más luce una típica declaración demagógica del impresentable presidente, en realidad, primer ministro español, Pedro Sánchez, quien ni siquiera en calidad y preparación tiene el mismo average de Abinader, un primer mandatario de éxito y en todos los sentidos.

Además, el diplomático citado, recordó “las cuatro prioridades de este semestre de España al frente de la Unión: reindustrializar la UE y garantizar su autonomía estratégica abierta; avanzar en la transición ecológica y la adaptación medioambiental; impulsar una mayor justicia social y económica, y reforzar la unidad europea”, puras y necias palabras cuando se trata de una presidencia honorifica de discursos vacíos y cortar cintas.

Para Abinader y por las supuestas cuatro prioridades planteadas por el diplomático español, entendemos que tiene el perfecto pretexto y para que si en algún momento “las máximas autoridades europeas” le plantearan algo relativo a la guerra EEUU-Rusia con el hecho de la operación especial rusa en Ucrania y para que República Dominicana se comprometiera, tendría entonces el motivo suficiente para levantarse de su asiento e irse. Así a lo simple y porque también y de suceder, sería una falta de respeto absolutamente intolerable el querer sorprenderle como si fuera un muchacho o un Guacanagarix cualquiera dejándose engañar con espejitos.

Con razón que digamos al presidente Abinader, que ir a Europa a una cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) no es el mejor de los pretextos para hipotecar nuestra política exterior. OJO pues. (DAG) 12-07-2023