Mucho más que otros presidentes, Luis Abinader ha demostrado que es una persona de acceso abierto cuando se trata de socorrer a alguien cuyo estado de necesidad urge de su mano amiga como gobernante. Sin embargo, hay gente que se juega con la verdad y hasta al mismo mandatario tratan de engañar y como ocurrió recientemente cuando un traficante de influencias y sin Abinader saberlo, le llegó y le planteó la situación de un conocido y por lo que, asombrado, el mandatario de inmediato reaccionó queriendo ayudarle.
Su pregunta fue ¿"y cómo puedo ayudarle para que pueda estabilizarse"?, ante lo cual, el intermediario, que estaba loco por resolver el problema de deuda que una entidad financiera estatal le tenía a la empresa radiofónica para la que trabaja, pronunció el nombre de su administrador y ahí el presidente dijo y al saber que el intermediario iría a visitar a ese funcionario, "pues dile que me llame que a ese amigo hay que asistirle".
¿La realidad?, el intermediario solo habló de la deuda de su empresa y para nada tocó el tema humanitario con el que logró la atención de Abinader. Ahora el amigo que requiere ayuda, encima de que ha pasado la de Caín por razones de salud, ahora está a punto de ser desalojado y todo por una viveza de “un fiel seguidor presidencial”. Ojalá que esta información llegue al gobernante. Dios se lo agradecería y nosotros también. (DAG-OJO)
