Nadie entiende el porqué el doctor Luis Henry Molina Peña, hasta ahora ha sido reacio a permitir los traslados de notarios públicos de una jurisdicción a otra. Por lo menos, conocemos de uno y adulto mayor, que hace más de un año solicitó por escrito y alegando asuntos de salud derivados de la pandemia y por reubicación familiar y lo único que ha podido lograr, es que ahora se le diga que su solicitud está en la secretaría general y que “hasta tanto el presidente no ordene traslado alguno, las solicitudes permanecen archivadas”.
En el Colegio de Notarios, allí cunde el silencio y nadie de su directiva hace nada por indagar al respecto, aunque se conoce, que, de manera personal, la presidenta Laura Sánchez, ha querido ser diligente “pero una muralla de silencio desde la SCJ no ayuda en nada”.
Ahora bien, lo que realmente llama la atención, es que sabiendo el doctor Molina Peña, que con esa politica afecta seriamente los derechos de esos notarios a los que se les impide ejercer su especialidad, no se entiende el porqué actúa de tal forma y de una menera, que por acción u omisión, se le vea como un arbitrario. Realmente no se entiende y en un maduro joven de mente abierta, menos.
Hay jurisdicciones del interior, que requieren más notarios públicos y lo que puede ser resuelto, simplemente con que se formalicen y autoricen traslados y sin afectar el status legal de estos o que el Colegio canalice las solicitudes, previo pago al día de la cuota anual de cada uno de estos. Mientras tanto, todas las miradas son dirigidas al presidente Molina Peña y en espera de su decisión final. (DAG-OJO)
