La regla correcta en todo comercio, detallista o mayorista que se entienda progresista en términos económicos, es muy simple: Comprar un producto, en, digamos cien pesos y venderlo a noventa y nueve pesos. Pues de ese modo obtiene y por volumen de ventas un ingreso mucho mayor, toda vez que la clientela le aumentaría en más de un setenta y cinco por ciento, logrando de ese modo que sus productos o artículos no se estanquen por mucho tiempo en sus escaparates y que es el gran secreto de comerciantes orientales y de todo aquel otro que se entienda innovador.
Pero ahora, toda una partida de mediocres y no solo en el comercio, quieren meterse a políticos y algunos hasta a prestamistas usureros y la avaricia los mata y el afán de lucro desmedido por igual y por eso se estancan. Para colmos quieren también ocuparse de lo que no saben y de ahí los disparates, como ese de que en grupos asociados dizque enseñarán a comprar barato, un fenomenal disparate de parte de pulperos, quienes hace 61 años tenían una sola organización, la Asociación de Detallistas de Provisiones Inc. y hoy por sus continuas divisiones debido a sus egos atrofiados, tienen cerca de diez y dejando destruir su gran sede en la capital de la República en la calle Jacinto de la Concha y ninguno se entienden y porque una cosa sí que tienen, que fundamentalmente son pulperos agiotistas y acaparadores. (DAG)
