Primer Tiro
En otras entregas de esta columna se ha planteado que, si bien aplicar la Reforma Fiscal tiene un costo político, el no aplicarla tiene otro costo: el de una Crisis Fiscal futura, que también produciría protestas en los grupos poblacionales más afectados por un ajuste fiscal violento a que podría conducir dicha Crisis. Aplicar una ecuación de Riesgo Fiscal, que incluya los costos y el financiamiento del subsidio eléctrico y del déficit cuasi fiscal del Banco Central, es un enfoque que se podría adoptar para determinar el objetivo recaudatorio de la Reforma. Una Reducción Gasto Tributario empresarial, mayor impuesto sobre la Renta de las empresas, a las Ganancias de capital en general, e Impuestos directos y al Patrimonio, tendría un bajo costo político, pero también un bajo incremento en los ingresos fiscales. Lo inverso sucedería si a lo anterior se le agrega la eliminación del 100% de los Gastos tributario (eliminando todas las exenciones del ITBIS) y la ampliación de la base del Impuesto sobre la Renta a las personas. Lo necesario y factible estaría en un punto intermedio entre estos valores, con una solución de la Ecuación en la vecindad del punto en el que el costo de la Reforma y el costo de una Crisis Fiscal se igualan.
Segundo Tiro
También se ha planteado que el gran supuesto subyacente en la posición de quienes creen que se puede posponer la decisión de ejecutar la necesaria Reforma Fiscal es que el Riesgo de Refinanciamiento de la Deuda Pública continuará siendo igual. Se estaría suponiendo que durante los próximos tres años los inversionistas locales y extranjeros estarían dispuestos a comprar títulos de Deuda por US$ 27,756.2 millones a los precios actuales. Pero lo más probable es que sin Reforma Fiscal, el Riesgo de Refinanciamiento aumente. La Parada Súbita es un valor extremo de este riesgo, pues en este caso la demanda de los títulos de la Deuda Pública se caería súbitamente, provocando una gran crisis fiscal y macroeconómica. Mientras mayor sea la deuda pública y sus intereses cómo % de los ingresos tributarios, y mientras más baja sea la presión tributaria, mayor es el Riesgo de una Parada Súbita, y mayor el Riesgo de una Crisis Fiscal.
Tercer Tiro
En un escenario menos extremo al de la Parada Súbita, un caso probable es que el costo del refinanciamiento, y de la nueva deuda necesaria para financiar los mayores déficits de la ausencia de Reforma, aumente en 500 puntos básicos (durante la crisis bancaria del 2003, el alto riesgo de refinanciamiento obligó al Banco Central a pagar tasas de interés de hasta el 60%, 5000 puntos básicos por encima del promedio que paga actualmente). En este escenario, el costo del Refinanciamiento y de la nueva Deuda aumentaría en US$ 1,387.8 millones en relación con la situación actual, para un total de US$ 4,163.4 durante el periodo de los tres años que tardaría un nuevo intento de Reforma. Al final, el criterio de la capacidad de pago se impone, y una Reforma Fiscal, que genere superávits primarios suficientes para pagar es necesaria e imprescindible, no solo para reducir el Riesgo de Refinanciamiento de la Deuda Pública, sino para reducir también el riesgo de un Colapso Económico por Parada Súbita. Por: Rolando Reyes [Listín Diario]