Si Osorio no hubiese hecho las despoblaciones, ahora no habría habido Haití como nación…

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Realmente y cuando se haga una revisión a fondo de la historiografía que tiene que ver con la isla de la Española entera, los dominicanos nos encontraríamos con una sola verdad y la que sin duda lacera y hasta ofende y porque habla, de que los antiguos criollos y por nunca sentirse parte de esta isla y sí solo como hijos en ultramar de la España colonizadora, entregaron sin más sus derechos y fueros, para que los hijos de piratas y bucaneros de la isla de La Tortuga se posesionaran de la isla grande, al tiempo que Francia se hacía con los territorios de la parte este y generando su colonia de esclavos haitianos de origen africano de primera generación.

Se originó de ese modo y no de otro, que los ancestros de los actuales haitianos llegaron a la isla y como esclavos africanos vendidos aquí como mano de obra esclava, que luego y en el tiempo, devinieron en ciudadanos de un nuevo país hijo de una entidad plantacionista a gran escala que como compañía de explotación isleña dependiente, no solo que manejó aquel territorio de la parte este de la isla como suyo propio, sino que facilitó las cosas, para que al momento que los lideres de los antiguos esclavos buscaran y obtuvieran su independencia como la primera República negra en esta parte del mundo, lograran concretarlo.

Es decir, cuando en agosto de 1604 la Corona Española envió un conjunto de cédulas reales (decretos-leyes) ordenando que el gobernador Antonio de Osorio, mudara pueblos y personas e iniciándose de ese modo las fatídicas despoblaciones que generaron en la práctica, la perdida de territorio enteros en la parte occidental y norte de la colonia española y lo que fue efectuado entre los años 1605 a 1606, generando como reacción inmediata, dos situaciones: Que los colonos protestaran vehemente y que desde la isla de la Tortuga y ante el abandono de prácticamente la tres cuarta partes de la Española, piratas y bucaneros empezaran a instalarse en lo que hasta entonces se llamaba la “Banda Norte”.

Fue por ello, que cuando en el 1608 Osorio relevado como gobernador, fallecía y fuera instalado su sustituto, Diego Gómez de Sandoval, uno de los grandes del reino, mariscal y adelantado mayor de Castilla y conde de Castrojeriz, y quien muriera en 1623 después de 15 años de mandato y por cierto, el primer ancestro Gomez de nuestra rama familiar en este país. Gómez de Sandoval fue sustituido a su vez por Diego de Acuña quién recibió una colonia enormemente pobre. Piratas corsarios holandeses y también franceses en gran mayoría, empezaron a instalarse en lo que hoy es Haití, que ya empezaba a poblarse de negros esclavos alzados y poco que mucho, se estaba creando un sistema plantacionista que empezó a concretarse con la fundación y administración de esos territorios por la compañía holandesa de las Indias Occidentales que había sido organizada por un grupo de burgueses holandeses en 1621 y después por las siguientes que le sucedieron.

En resumidas cuentas, la ineptitud española por un lado, el desbarajuste paralelo entre ingleses y holandeses por la posesión de la isla de La Tortuga por el otro, el crecimiento de la población negra y la debilidad del imperio español, que provocó el control  francés de la Tortuga entre 1640-1653 y de lo que habla extensamente el historiador Moya Pons, a nuestro juicio, fueron los factores que influyeron en el crecimiento de la negritud y alentado por la ocupación francesa de la parte occidental de la isla entre los años 1655-1697 y que a nuestro modo de ver sirvió de plataforma para la entronización del haitiano como tal en los territorios que anteriormente y desde el 1492  eran de dominio español.

Por eso, a quienes ahora y de tontos útiles y de ignorantes, dicen desde Haití que “los haitianos fueron primero que los dominicanos” y que es un concepto absolutamente falso, que para mayor escarnio, negros y mulatos dominicanos  y como periodistas y dueños de medios dominicanos reproducen con gran insensatez y sin que en ningún momento busquen el auxilio de historiadores doctos como Moya Pons para clarificar los hechos, hace fácil que activistas haitianos anti dominicanos intenten crear la nueva leyenda y como justificación de esos insensatos y extremistas, para sostener ese discurso falso que justifique  y dándole la razón a los dominicanos anti haitianos extremistas del Instituto Duartiano y el minoritario grupo político fascistoide  y anti negro, de la Fuerza Nacional Progresista, cuyo origen de estos últimos es de inmigrantes otomanos, de que los haitianos “están invadiendo” a nuestra nación y lo que rotundamente no es cierto.

Cada uno y en una sociedad libre como en todo grupo humano, es libre de pensar y hablar como quiera o desee, pero cuando se está lleno de odio y la sinrazón más absurda se apodera de sus mentes, por un imperativo natural en busca de la verdad y la justicia, hay que salirles al paso y para impedir que en su loco fanatismo de insensatos frustrados, semejantes filípicas puedan impresionar a los simples y desatar un odio y animadversión irracional a gran escala que lleve a los dos países hacia una guerra fratricida.

De ahí que consideremos, que los dominicanos que nos apreciamos de sensatos y de espíritu civilista, debemos hacerle frente a la ignominia que se pretende y de la que no se nos escapa, que es incitada “por trasmanos” por esa parte de la burguesía haitiana de origen árabe y turco, que ahora asociada a su ramal dominicano que es parte del primer gobierno plutocrático que tiene este país y que es presidido y dirigido por dominicanos de tercera generación de origen árabe, concretamente libanes, parecería que han logrado espacio para imponer los fines inconfesables que persiguen.

Es hora pues, de que todos los dominicanos de buena voluntad nos opongamos rotundamente al terrible mensaje de odio y desunión que persigue la parte árabe y turca de la burguesía haitiana y con los lazos más que fuertes con su igual dominicana y sin que esto signifique, que entendamos, que  familias como los Abinader o los Arbaje y las que citamos por su preponderancia política institucional actual, tuvieran nada que ver con el accionar anti dominicano de los equivocados negroides del Instituto Duartiano y la FNP y siendo esta última, un conjunto de descendientes de inmigrantes árabes y turcos, que como se ve, son racistas furibundos e irracionales y odian a muerte todo lo haitiano.

Y es por todo lo anterior que decimos, que, si Osorio no hubiese hecho las despoblaciones, ahora no habría habido Haití como nación y los pobladores hijos de colonizadores ibéricos en la parte oriental de la isla, tal vez nunca se habrían mostrado tan acobardados ante piratas y filibusteros. (DAG) 14.07.2023