35 campanazos de libertad

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Estudió derecho en la más prestigiosa universidad de Corea del Sur. No se había graduado y ya ejercía como fiscal en simulacros de juicio, como aquel celebrado contra el general golpista que gobernó a principios de los 1980 y que reprimió las manifestaciones por la democracia.

En el simulacro pidió prisión para el general, debiendo luego tomar 9 veces el examen para la barra de abogados.
Luego trabajaría en la Fiscalía, combatiendo la corrupción que había llegado hasta las más altas esferas del Estado, resultando en el apresamiento de la primera presidenta de su país y del alto ejecutivo que autorizó los sobornos.

Su éxito catapultó a Yoon Suk-yeol al cargo de fiscal general en 2017, nombrado por el presidente Moon Yae-in, sucesor de la renunciante Park Geun-hye.

Como fiscal general persiguió al propio ministro de justicia. Para marzo del 2021 ambos debieron renunciar. Para el presidente Moon, Yoon se proyectaba políticamente desde los estrados.

Exactamente un año después, Yoon ganaba las elecciones en Corea, por un margen de apenas 0.76 %, encabezando la boleta del opositor Partido Popular del Pueblo (PPP).

A veces hasta en países con democracias sólidas y partidos fuertes cuesta renovar el liderazgo.
Yoon, un extrapartido, le vino como anillo al dedo al PPP. Su renuncia forzosa le ayudó a posicionarse entre el electorado como víctima de fuerzas poderosas.

En su discurso de investidura identificó la pandemia, la reestructuración de las cadenas mundiales de suministro, el cambio climático, los conflictos armados y las crisis de la alimentación y la energía como casos que no podrá resolver país alguno por sí solo.

Buscará acelerar el crecimiento y combatir el desempleo, para seguir reconstruyendo el país, fortalecer la democracia liberal y la economía de mercado. Llamó a superar la crisis trabajando duro, unidos, aplicando más ciencia, tecnología e innovación para expandir la libertad y los derechos inalienables del pueblo a una vida digna y sostenible.

En presencia del saliente presidente Moon, la ex presidenta Park – indultada por Moon – y el vicepresidente de Samsung – en libertad bajo palabra–, su llamado a la unidad será clave para el éxito del nuevo presidente. La Asamblea Legislativa seguirá controlada por el Partido Democrático de Corea (DPK), por lo menos hasta el 2024. El país sigue dividido entre el este pro PPP y el oeste pro DPK.

Mencionó la palabra libertad 35 veces. “Con libertad política y económica es que florecen la prosperidad y la abundancia”, permitiéndole llegar hasta los rincones más oscuros.

Como la libertad es un valor universal, “no sólo debe disfrutarla el vencedor”. Es el fundamento de la ciudadanía verdadera, por el cual hay que luchar siempre. “El hambre, la pobreza, el abuso de poder y el conflicto armado disminuyen nuestro derecho inalienable a ser felices”.

La paz, la seguridad y la promoción de los derechos humanos serán centrales en su política exterior. Es lo que espera la comunidad internacional de Corea, poseedora de la 10ª economía del mundo y rodeada de países donde seguro resonarán los 35 campanazos del presidente Yoon. Por: Federico Cuello [El Día]