Calamares en su tinta

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El Ministerio Público ha dado otro golpe duro a la corrupción, sea con circo mediático o no. La Operación Calamar ha sacudido y sorprendido al país en su alcance, pues siempre se habló de las peripecias del exministro de Hacienda, Donald Guerrero, pero la inclusión de sus compañeros de gabinete presidencial, Gonzalo Castillo y José Ramón Peralta, nos cogió desprevenidos a todos.

La agenda pública se centraba en Guerrero y su accionar como ministro de Hacienda en el pasado gobierno, pero lo que ha salido a la superficie sobre este trío de exfuncionarios es de niveles fuera de serie. El caso de Castillo es muy grave, dado que fue candidato presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y es ubicado por el Ministerio Público como receptor de multimillonarias cantidades de dinero en efectivo presumiblemente para uso político.

De acuerdo con lo poco que se sabe desde que el operativo dio inicio el sábado en la noche, estos calamares bailaban en su tinta. El movimiento de dinero en efectivo era tal, que hasta un camión blindado llegaron a usar para su seguridad y traslado. Esa es una operación de grandes proporciones, no un mero esquemita.

¿Tendrá el Ministerio Público todas las pruebas para sustentar ese entramado lleno de gente poderosa? Espero y confío en que sí, sobre todo, porque se atreven a meter las manos en la financiación de campañas políticas, una suerte de tabú o de mecánica intocable.

Me llama la atención que, más allá de los nombres, los delitos imputados no han causado sorpresa alguna en la opinión pública, como si fuera normal que este grupo de funcionarios de alto porte estuviera metido en semejante poca vergüenza. Esa pasmosa aceptación de la corrupción como conducta cotidiana debería asustarnos a todos, porque darlo por dado es muy peligroso a la hora de hacer justicia, ya que los corruptos nos pueden pasar por delante sin que necesariamente nos demos cuenta.

Está claro que la Operación Calamar recién emerge, ojalá que la pesca llegue a puerto seguro. Por: Benjamín Morales Meléndez [Diario Libre]