Si desde áreas del Poder Ejecutivo se levantaron voces censurando que una exfuncionaria que en el pasado reciente fue imputada por hechos de corrupción en el ministerio de Estado que dirigía y por lo que fuera removida del cargo y la que ahora -meses luego- fuera designada como vicecónsul en una ciudad de un país europeo y debido a este último nombramiento, la directora General de Ética, Milagros Ortiz Bosch, criticara con acidez el nombramiento y demandara su derogación. Se supone, que contra quien la suspendida debe dirigir su reacción es contra su gobierno y la funcionaria de Ética y no porque el resto de la opinión pública la haya criticado ante lo que se entienden actuaciones irregulares. En vez de ello, la nombrada Luz del Alba Jiménez y arrogantemente, declaró que ella responderá al presidente Abinader el lunes y que mientras tanto “apoderaré a mis abogados para tener mayor conocimiento de la acusación en mi contra, así como “los hechos de difamación y calumnias realizados hacia mi persona”. !Qué le vaya bonito! (DAG-OJO)