Hubo vida antes de Iñaki Urdangarín en el corazón de la infanta Cristina: así fue su primer amor, Álvaro Bultó, el deportista que murió trágicamente

0
468

Álvaro Bultó tenía entonces 30 años y ella 27 (y es uno de los muchos hombres que conquistaron a la infanta Cristina). Álvaro nació en Barcelona, en el seno de una importante familia de la burguesía catalana (y llegó mucho antes que Iñaki Urdangarín y su venganza). Su madre era la aristócrata Inés Sagnier Muñoz y su padre, el empresario Francisco Javier Bultó Marqués, cofundador de la fábrica de motos Montesa y de Bultaco. Uno de sus sobrinos es el expiloto de motociclismo Sete Gibernau.

Álvaro, al que le habían regalado su primera moto Bultaco con ocho años, era educado y cosmopolita y se había especializado en deportes de riesgo como la caída libre o la escalada vertical. Parece que la infanta y él se conocieron en Baqueira, en una cena de amigos. Se veían en la finca familiar de los Bultó, San Antonio, en Tarragona, o en el apartamento que la infanta compartía con su prima Alexia de Grecia (aquí el quién es quién de la familia real griega) y Vicky Fumadó, regatista e íntima amiga, en Sarriá, en la parte más acomodada de Barcelona. Practicaban juntos deportes como el «rafting». La revista «¡Hola!» sacó en portada sus primeras fotos como pareja, mientras esquiaban en Baqueira, en enero de 1993, y comentaba que «su amistad» parecía cada vez más «solida». Parece que Casa Real no estaba descontenta con la relación. La revista «Época» le dedicaba una portada a la Infanta, poco después, bajo el entrecomillado «Es amigo, nada más».

La infanta siempre estaba pendiente de la prensa. A pesar de la discreción de Álvaro y la despreocupación de la época, vivía obsesionada con que no les tomaran fotos, según contaba en su día el periodista Jesús Mariñas. El escritor Rafael Tarradas Bultó, sobrino de Álvaro, contaba recientemente que «ella siempre iba donde él iba», y que los Bultó la consideraban una persona encantadora y «muy normal», que se integró muy bien en la gran familia de Álvaro, que tenía 10 hermanos.

La relación duró tres años. Les resultaba difícil compaginar sus estilos de vida y encontrar momentos para verse. Él viajaba constantemente y parece que Cristina lo llevaba mal. Veinte años después de aquella relación llegaría la tragedia: Álvaro fallecía el 23 de agosto de 2013, practicando un deporte que se llama salto BASE con traje de alas («wingfly»), en los Alpes Suizos. El traje incorpora alas o membranas para poder planear, pero también un paracaídas, que se abre en el último minuto para apurar la sensación de vuelo libre. Parece que el paracaídas de Bultó no se abrió y el deportista se estrelló contra una roca, cerca de Berna.

Tenía 51 años y ya había escapado ileso de un grave alud en Andorra, en 1996, en el que murieron 11 personas y había tenido un percance en Benidorm cuando sobrevolaba la torre del Hotel Bali, unos meses antes. Poseía varios records mundiales de caída libre –había realizado más de 3.000 saltos en paracaídas–, y fue el primer español que saltó sobre el Polo Norte con traje de alas, en 2006. El deportista se hizo popular en la televisión, en programas como «Mira quien baila», «Así se hace» o «Splash! Famosos al agua».

Álvaro era un hombre atractivo y con éxito y dicen que cordial y cálido. Había tenido relaciones con las presentadoras Ivonne Reyes y Paloma Lago, con la que estuvo a punto de casarse, o la modelo Esther Cañadas. Cristina y Álvaro habían mantenido una buena amistad tras la ruptura y su muerte fue un golpe para la Infanta, que en aquel momento se encontraba inmersa en pleno escándalo por el caso Noos. [mujerhoy.com]