La AAA de Ayuso

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Es cierto que el PSOE intenta pasar de puntillas por el nuevo desastre electoral que se avecina en Madrid. Las pasadas elecciones fueron una debacle sin paliativos. En primer lugar, Isabel Díaz Ayuso obtuvo una victoria clara y contundente. A esto se unió que los socialistas se vieron superados por Más Madrid. Como el PSOE se ha convertido en una agrupación de hooligans del líder, nadie dijo nada. Los mansos barones siguieron felices en sus señoríos territoriales. Por su parte, Sánchez aprovechó la oportunidad, como buen líder supremo, para recompensar a Ángel Gabilondo con la gabela de defensor del Pueblo. Es uno de esos cargos fantásticos, me alegró por él, donde se puede entrar en una hibernación permanente. Nadie espera que diga o haga algo, salvo ser prudente, mantenerse en silencio y presentar su informe anual. No me imagino a Napoleón nombrando príncipe de Trafalgar al vicealmirante Villeneuve tras ser derrotado por Nelson. Hay que reconocer que en el PSOE 2.0 todo el posible. Les auguro grandes mercedes a Reyes Maroto, una buena embajada, o a Juan Lobato, la dirección de la Agencia Tributaria. Una buena derrota es el mejor pasaporte en el metaverso sanchista.

La realidad es que el cambio pasa por Madrid, porque es la demostración de que hay una España alternativa a la España de los pactos con independentistas, comunistas y filoetarras, del subsidio y las promesas que no se cumplen. Ayuso ha demostrado que es fundamental cumplir los compromisos, poner a los ciudadanos por delante de los intereses de partido e incentivar el crecimiento económico con un marco jurídico estable. Ha creado una comunidad friendly. Es decir, amable, amistosa y acogedora. Esta triple A gusta a todo el mundo: ciudadanos, comerciantes, empresarios e inversores extranjeros. No sucede lo mismo con la izquierda política y mediática: amargada, antipática y asilvestrada. Es la triple A negativa que no conviene ni a Madrid ni a los españoles. Las agencias de calificación de deuda utilizan la triple A para definir a los países o las empresas que tienen una capacidad extremadamente fuerte para cumplir sus obligaciones. Por eso, Ayuso tiene una triple A. Por: Francisco Marhuenda [La Razón]