La crisis del turismo en Cuba le estalla a Meliá e Iberostar en el arranque de la temporada alta

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La reactivación del turismo mundial no ha llegado a todos los destinos. Y un buen ejemplo es Cuba, que está sufriendo el cierre hasta septiembre de su primer mercado emisor de turistas (Canadá), la desaparición de los viajeros rusos por las sanciones internacionales derivadas de la invasión de Ucrania y el desplome del estadounidense por las restricciones a su salida a Cuba.

Juan Carlos García Granda, ministro de Turismo de Cuba, confirmó esta semana en la feria World Travel Market que han llegado 1,2 millones de viajeros hasta septiembre y que la previsión oficial es cerrar este ejercicio con 1,7 millones, apenas un 37% de los 4,5 millones de viajeros recibidos en 2019. “Estamos siendo atractivos, la turoperación ve demanda, a pesar del bloqueo que ejerce EE UU. Cualquier ciudadano que visita Cuba no tiene derecho a volver a EE UU con la visa turística electrónica, sino que tiene que ir al consulado o embajada estadounidense a obtener otra al solicitar un visado”, declaró.

Canadá, el primer mercado emisor, ha estado casi cerrado hasta septiembre

La tormenta perfecta se ha desatado en pleno arranque de la temporada alta y amenaza a dos hoteleras españolas (Meliá e Iberostar) con fuerte presencia en Cuba, con 32 hoteles para Meliá y 18 para Iberostar, y con planes de expansión en el futuro. Meliá reconoce el impacto negativo, pero confirma que está trabajando desde principios de año en la diversificación de mercados emisores. “En 2022 han aumentado las operaciones aéreas tanto desde mercados tradicionales como Canadá como desde otros europeos, como Holanda, Portugal y Bélgica. Por su parte, Alemania, España, Argentina o Reino Unido muestran también un alza en las reservas, lo cual permite esperar una gradual y firme recuperación”, recalcan desde la hotelera.

La apuesta de Meliá por Cuba es firme, tal y como resaltan desde la compañía, pese a los múltiples reveses que ha afrontado en los últimos años por las demandas presentadas por las expropiaciones de activos durante el castrismo, contempladas en la ley ­Helms-Burton, que regula el bloqueo estadounidense en Cuba. Esos contratiempos no han cambiado la hoja de ruta, que contempla cuatro nuevas aperturas para 2023, lo que llevaría a la compañía a manejar el próximo año una cartera de 36 hoteles (un 10% del total) y 14.844 habitaciones (un 15,2% del total). Desde la hotelera avanzan que las dos próximas aperturas serán el hotel Sol Caribe Beach en Varadero y Meliá Trinidad Península.

El turismo ruso ha desaparecido y EE UU ha elevado las trabas burocráticas

Entre los elementos que invitan al optimismo, Meliá destaca la alianza con la Comercializadora de Servicios Médicos Cubano para impulsar el turismo sanitario y el repunte del turismo de eventos y congresos, como muestra la reciente celebración del Campeonato Mundial de Coctelería, que tuvo lugar en el Meliá Internacional Varadero y reunió a más de 500 asistentes.

El ajuste en el turismo en Cuba también ha afectado a Iberostar. La hotelera balear es la segunda española con más presencia en la isla, con 17 hoteles en cartera y 20 firmados. En los próximos días abrirá sus puertas el Iberostar Selection Esmeralda, de cinco estrellas, en primera línea de playa y 450 habitaciones, situado al norte de Camagüey, en una zona virgen, aún sin explotar y con apenas dos establecimientos turísticos. La hoja de ruta de la hotelera también prevé otras dos aperturas en Trinidad y apuesta por impulsar la llegada de viajeros con la integración con su operador W2M y su aerolínea World2Fly. La compañía aérea arrancó sus vuelos comerciales a Cuba en el verano de 2021, abrió el pasado verano una oficina comercial en Cuba y su intención es acelerar las conexiones para llegar a tener cinco a la semana durante esta temporada alta (por ahora solo tiene tres que se producen todos los miércoles, viernes y domingos). [CincoDias-Carlos Molina]