La especie de “tratamiento de shock” que para muchos funcionarios busca cámaras ha generado el discurso de Leonel, debería obligarles a aterrizar

0
191

Cómo siempre ha sido costumbre de los políticos y los periodistas criollos, cada vez que hay un discurso presidencial de rendición de cuentas y protocolarmente cada 27 de febrero, los funcionarios públicos y auxiliados por sus compinches mediáticos, se le van al cuello a la ciudadanía y haciendo creer que lo están haciendo bien y hasta presentándose como indispensables, cuando lo correcto debería de ser, que se solidarizaran con el discurso presidencial y actúen dentro del esquema de trabajo que el presidente Abinader les dispusiera al momento de juramentarlos.

Pero no, en vez de actuar de ese modo, han entendido que deben realizar una gran campaña de relaciones publicas colectivas, pero para hacerle ver al presidente que ellos están trabajando y bien y como un modo torpe de entender, que de ese modo evitan que el gobernante los cambie o traslade.

El discurso electoralista de  esta noche del expresidente Leonel Fernández y con todo que en el mismo hubo una fuerte carga de demagogia, no fue menos, que en muchos aspectos coincide con determinadas inquietudes de la población y lo que a nuestro modo de ver las cosas, consideramos que el mismo debe servir de inusual tratamiento de shock y para un gabinete y todo un cuerpo de administración, que en la mayoría de los casos, sus miembros no han sido todo lo útiles y efectivos en encauzar aceptablemente la maquinaria gubernamental.

De ahí que entendamos, que las críticas del expresidente debe prestársele atención, corregir lo que está mal y lo que está bien hacerlo mejor, de lo contrario y cuando Abinader se de cuenta, parecería que su gobierno estaría feo para la foto. Es cuánto. (DAG-OJO)