Cuando República Dominicana conoció en el lapso 1965-1966 un periodo de inestabilidad política estructural, EEUU otorgó facilidades abiertas para todo aquel dominicano que quisiera viajar a EEUU por una estadía no mayor de un año y sin importar que los nuevos viajeros trabajaran ilegalmente y esto así, por el interés, de que como aquí la situación política era irregular y el país estaba bajo fideicomiso, es decir, que los gastos del Estado Dominicano los cubría la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington entendían que había que dar una mano a tanto dominicano desesperado y sin producir.
Recordando aquel hecho, que incluso abarcó el año 1966 a 1967 a partir de la elección de Balaguer como presidente del país en julio de 1966 y para que los llamados “izquierdistas, revolucionarios y comunistas”, que eran las etiquetas que identificaban a la juventud que participó en los acontecimientos políticos de aquel tiempo escaparan de ser eliminados por la operación limpieza militar, entendemos, que igual debería de hacerse ahora con los haitianos indocumentados en el territorio nacional e incluso, aprovechando la nueva medida estadounidense de extensión de estatus temporal de protección.
Al fin y al cabo, hay una realidad: Empresarios y militares no dejará de hacerse de la vista corta con los haitianos que crucen la frontera clandestinamente y lo que ha provocado gastos millonarios de contención para el fisco, es decir, para los contribuyentes. El presidente Abinader debería contemplar la posibilidad. (DAG-OJO)
