Si lo que dicen los fiscales es cierto, este entramado delincuencial militar no tiene punto de comparación y es evidente, que, si se toma de muestra este caso tan indecente y repugnante, las autoridades judiciales deben profundizar las pesquisas dentro del cuerpo de generales militares y en los cargos correspondientes a los que tenía este imputado De los Santos Viola.
¿Cómo es posible que el presidente Danilo Medina no estuviera en conocimiento de toda esta situación?, en este sentido, ¿qué clase de presidente era?
Pero más aun, ¿por qué el cuerpo de militares, oficiales y subalternos y por vergüenza propia, no se pronuncian condenando este entramado delincuencial militar y pidiendo perdón a los contribuyentes por el terrible latrocinio, robo y desfalco cometidos y que también a ellos mancha terriblemente? ¡Fusilados y expropiados todos sus bienes es que deberían de estar!
También está lo otro, ¿quiénes y entre comerciantes y suplidores del CUSEP facilitaron recursos para que en ese departamento público en el área militar y de tanta cercanía con el despacho presidencial, sus oficiales superiores se hubiesen podido enriquecer de manera tan apresurada como abusiva?
Por el resultado de esta valiente investigación del ministerio público, el alto mando militar en pleno debe ser investigado exhaustivamente en sus finanzas, activos y bienes propios, pues lo que esta inquisitoria habla, es de un robo desmesurado de recursos públicos de no menos 100 mil millones de pesos que deben volver a Hacienda y realizados, solo dentro del periodo 2000-2020 y consentidos por los entonces presidentes, Hipólito Mejía, Leonel Fernández y Danilo Medina y a quienes también hay que investigar a profundidad. ¡Santísimo, esto da asco! (DAG)
