A Estados Unidos se le ve molesto consigo mismo, su pueblo y también con el resto del mundo. Parecería, que su pérdida de liderato global y al no saber manejarlo, le auto destruye. Hay que ayudarlo a que no desaparezca, pero con cuidado

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Si juzgamos por los imperios mongol, los chinos, Japón, coreanos o los del sudeste asiático y llegando al Romano, se debería recordar, que un imperio de la solidez del estadounidense, no menos de cien años podría adjudicársele para su destrucción. Sin embargo, en este siglo XXI no necesariamente se pudiera descartar que en menos de 75 años podría ocurrirle y aquello de que los tiempos siempre cambian y la mentalidad humana, siempre a mayor.

¿Y por qué de esta probabilidad?, porque EEUU, acostumbrado a que desde el final de la Segunda Guerra Mundial, ha tenido 78 años ininterrumpidos para establecerse como el gran imperio unipolar que todavía es y por el hecho, de que geopolíticamente la situación es nueva en materia de imperios regionales y ya casi globales, pugnando por la existencia de un nuevo tipo de relación entre potencias hegemónicas de alcance global, pero al nivel multipolar, se entenderá que Washington y con todo su poder, ahora más que nunca debe y tiene que pactar.

Por lo pronto, nadie en el mundo está planteando destruir a EEUU, solo se le está pidiendo, que entienda, que el mundo ya no es como antes y que ahora se requiere, que no menos de seis imperios regionales con vocación global, sean y junto a EEUU, los actores del nuevo gobierno mundial que se requiere y comenzando porque se amplíe el poder de veto en la ONU con nuevos miembros y se democratice el factor toma de decisiones en la OTAN.

Todavía más, aquella OTAN que fue creada y diseñada como un poder alternativo militar de alcance global y bajo dirección estadounidense, que para la guerra fría ciertamente fue un mecanismo de presión militar a nivel geopolítico bastante aceptable, ya y después de las terribles experiencias de esa entidad de ejércitos mercenarios en los Balcanes, como en la meseta asiática y la destrucción y mortandad terribles que protagonizara, ya no es la respuesta militar para este tiempo.

Para comprobarlo, solo hay que ver la potencialidad de las naciones BRICS y tanto en lo económico, financiero como en lo militar y para no hablar del abrumador brazo tecnológico que las acompaña y que hace prácticamente imposible que la OTAN pueda continuar presentándose como el factor determinante y ni siquiera en las nuevas vías marítimas comerciales tan cerca del Polo Norte.

Obsérvese, que, por algo, naciones de comportamiento anárquico como Corea del Norte e Irán y hasta el mismo Israel con todo y ser un estado adjunto de EEUU, se hacen sentir cuando se trata de sus propios intereses y por sus potencialidades de riesgos militares a nivel nuclear y bacteriológico, hasta el mismo EEUU tiene que saber manejarse y no provocarlas innecesariamente y como ahora ensaya en sus laboratorios de guerra bacteriológica en Ucrania.

Una situación, que los mismos estrategas en el Departamento de Estado como en el Pentágono y por obligación, tienen y deben tener muy en cuenta. Asúmase entonces, cual debe ser el comportamiento estadounidense frente a China y Rusia, naciones-imperios globales, que, por sus propias potencialidades en todos los órdenes, ya están al mismo nivel que EEUU y en otros de alta tecnología, superándoles.

Ahora mismo, por ejemplo, ¿cuál es el verdadero escenario bélico a nivel mundial? De entrada, la invasión rusa a Ucrania, que no es más que la respuesta tardía del Kremlin a la continua intervención política, económica y militar estadounidense en ese país eslavo y que conllevó la caída del gobierno legal ucraniano en el 2014.

No sorprende pues, que ahora, viéndose que Europa ha desaparecido como la potencia que fuera hasta antes de la primera invasión estadounidense a Irak y tanto, que el mismo presidente estadounidense Joe Biden y en su propia voz advirtió, que si Europa y en concreto Alemania, no se plegaba a los requerimientos estadounidenses en materia de gas y petróleo, el norteamericano ordenaría y como ocurrió, la destrucción de los gasoductos rusos en el Báltico, no quedan dudas del corrosivo como inquietante papel fuera de contexto de Washington en esa parte del mundo.

De ahí que ese intrépido como arriesgado accionar estadounidense de la voladura de los gasoductos rusos que abastecían al viejo continente y desde Alemania y ahora lo reciente de las visitas de emisarios estadounidenses a Suramérica y ni hablar en África, pretendiendo EEUU aterrorizar a esos países y para que no se sumen al discurso multipolar y lo nuevo de ahora, del vocero del la Casa Blanca insultando al presidente de Brasil, en conjunto, lo único que ha provocado, es que todos estos países subdesarrollados o emergentes pongan sus barbas en remojo y aunque sus clases gobernantes aun no lo digan, prestándose a prepararse para cuando Washington quiera emprenderla contra todos ellos.

Ni que decir, que lo mínimo que Washington a conseguido con su inusual prepotencia y muestras de mal carácter, es, que Estados que siempre ha entendido vasallos y hablamos de República Dominicana y poco que mucho, empiecen a tomar tímida distancia y generar sus propias defensas institucionales a nivel diplomático y para el momento y no tan lejano, que Washington entienda que los dominicanos no le están respondiendo con la sumisión que de ellos se espera como país de pasos geoestratégicos claves.

Desde luego, hablamos de una política de riesgos calculados de largo alcance y que, en el caso dominicano, conllevará no menos de dos periodos de gobierno y tanto este como el siguiente, para saber delinear una necesaria como firme política de contención frente a un primer socio comercial estadounidense, que se entiende que con este tipo de país y la falta de coraje de la mayoría de su gente, puede proceder como el elefante aquel destrozando una vidriera.

Entiéndase, que el solo hecho de que por más de diez meses el gobierno estadounidense no ha nombrado un embajador ante este país, no solo que es de una grosería imperdonable, sino que habla claramente del profundo desprecio que EEUU tiene frente a esta nación y que es una realidad, que por más que los dominicanos quisiéramos hacernos lo locos o los desatendidos, bajo ningún concepto podemos ignorar.

Mientras tanto, nosotros seguimos puntualizando, que la inusual visita de “paño con pasta” que protagonizara la subsecretaria Sherman y la que hasta se mostró, como si de a verdad fuera una publicista a favor del turismo dominicano, es el preludio de un accionar político más duro y el que creemos avizorar con las “sugerencias” que a este país se le harán a propósito del incremento comercial con China Popular, el  futuro accionar militar punitivo en Haití y frente a cualquier tipo de cercanía y con un Brasil, que como país BRICS, fácilmente podría ser un contrapeso financiero desde el banco de desarrollo creado por esos países.

Frente a tantas aprehensiones, por obligación es menester que digamos, que a Estados Unidos se le ve molesto consigo mismo, su pueblo y también con el resto del mundo. Parecería, que su pérdida de liderato global y al no saber manejarlo, le auto destruye. Hay que ayudarlo a que no desaparezca, pero con cuidado. (DAG) 19.04.2023