El enigma dentro de un acertijo. ¿Cómo se puede ir a unas elecciones en mayo 19 cuando las de febrero 18 la Junta Central Electoral permitió que sus resultados fueran robados por el Gobierno y el PRM y como producto de una gran estafa?

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La pregunta puede ser escandalosa, pero se corresponde a la más cruda realidad. El pasado 18 de febrero, los electores fueron estafados y gracias a la complicidad del tribunal electoral de primera instancia y tanta fue la complicidad y si le añadimos todos los partidos de la partidocracia, que fácilmente se puede concluir, que aquello que en realidad se desea, es que, por medio de las elecciones de mayo, la partidocracia se revitalice y hasta limpie en sus métodos, como sistema político autocrático hegemónico.

En este aspecto, la nación entera va hacia una gran mascarada electoral, de la que se supuso, que, por los resultados del debate presidencial de anoche, la partidocracia quedaría legitimada.

Por lo que vimos, habría que decir que se dieron los pasos correctos, de tanteos a veces y de firmeza en otros, mediante los cuales, cada actor político sabe ya cuál será el papel que debe desempeñar y no jugar, pues esto último solo va a favor de la clase gobernante, cuyos miembros más poderosos y al final, serán los que avivarán las candidaturas gananciosas, no ganadoras.

Cómo mascarada fue casi tan perfecta, que los electores no tienen idea de cuanto son utilizados y mucho menos todo ese sector mediático, en donde a sus supuestos genios se les ha hecho creer, como si en verdad, fueran ellos los que manejan la trama y deciden por todos y que tal como se vio anoche los dueños de los medios y al colocar a dos exiliados como guías del debate, uno cubano y la otra venezolana, evidenciaron hasta donde desprecian al talento criollo.

De ahí que para nada nos sorprenda, de que, desde anoche, las apuestas han sido niveladas y las apariciones contenidas a nivel presidencial, en tanto a nivel legislativo se hará un performance, cuya única razón de ser, es hacerle creer a la población, que el nuevo Poder Legislativo será mucho más independiente de lo que ha habido frente al Poder Ejecutivo y lo que por ahora, nunca será así.

¿Razones de este atraso formativo institucional?, que la población dominicana todavía no está preparada para el autogobierno y dado su tremendo vació de responsabilidad cívica y afán de lucro demencial, que no facilita que nadie se arriesgue y cambie o modifique el sistema político de raíz.

Desde luego, las formas son celosamente cuidadas, pero cada candidato presidencial sabe perfectamente que su avance y triunfo personal debe ir paralelo a cuanto debe ceder en materia de compromiso frente a esa clase gobernante casi eterna y de la que desde hace años se les ha hecho creer que son parte de esta, cuando en la práctica solo son sus serviles y muy consecuentes vasallos.

Y es por eso, por la ambición sin límites de los jefes políticos por llegar a ser presidentes de la República, que desde la oculta clase gobernante se observa y se toma nota respecto a los niveles de sumisión y de entrega en los que cada uno ha tenido que ceder.

Sí debe puntualizarse que la presentación del debate fue muy reveladora: Un montón de burócratas de clase media sentados en penumbras y en silencio y siendo testigos de piedra de aquello, mientras sus dueños manipulaban tras bastidores.

Sin embargo, todavía esos aspirantes tienen a su favor un punto por el que la misma clase gobernante, deja que sea la expresión popular la que empuje nuevos derroteros, más o menos libres, más o menos de compromiso y que radica, en el amplio nivel de apoyo popular directo que cada candidato al premio electoral mayor logre agenciarse y lo que entonces le dará carácter de legalidad y legitimidad a sus ambiciones frente al poder fáctico que rige, dirige y norma a estas.

Desde luego, las atrampas continuarán acechando frente al camino eleccionario y los candidatos políticos deben prepararse por ver y analizar cuáles son los pasos escondidos del juez electoral, pues si fallan en descubrirlo y como si fuera un ave de ataque, la JCE y de un zarpazo les arrebataría el tan ansiado triunfo y para volverlo a entregar a la expresión más dura y significativa de la clase gobernante, el cartel partidocrático.

Así se entiende, que toda la dialéctica que se utilizó anoche y más bien como un escenario de engañabobos, en la práctica, no significa en lo absoluto que nadie vaya a cambiar y esto, por lo otro, ningún candidato presidencial querrá arriesgarse y terminar el día de las elecciones en un todo o nada, que significa en los hechos, ir a las urnas y sin ventaja alguna.

Frente a semejante escenario, los tres más importantes candidatos presidenciales son fichas claves del ajedrez electoral que se está jugando. Abinader, de en verdad cree que, por ser el aparente dueño del poder, ya ganó. Leonel, porque asume que su experiencia y marrullería le dan las suficientes simpatías y de parte de un electorado, que, en su primitivismo, solo cree en el dónde está lo mío, mientras que Abel, el más joven de los tres, por su intrepidez y cierto candor, parecería que dé a verdad considera que podría se ganador de sorpresa, pero sin manejar los resortes del poder y como si lo hacen los otros dos candidatos contendores, algo de mucho riesgo y cero expectativas.

Definitivamente, ¿quién de los tres ganará ante lo que ahora parece una sola primera vuelta?, de respuesta, el que más ceda de su propia autonomía y de ser así, tampoco fuera y que, si hay una segunda vuelta, las sorpresas no definan el candidato final. Además, lo que verdaderamente está en juego. No es quien sea presidente, sino quien garantiza mejor la continuidad partidocrática y en lo que para sorpresa de algunos, la JCE y menos el TSE tienen cartas que jugar y sí solo de obedecer.

En resumen. Anoche, Abinader jugó sus cartas, pero con trampas electrónicas de escuchas ocultos. Leonel mostró las condiciones óptimas por las que el expresidente Obama dijo en una ocasión que los dominicanos serían unos tontos si no lo tienen de su presidente y en cuanto Abel, fue un saludable destape de un nuevo tipo de liderato político joven, mitad pueblo y mitad clase media de amplio futuro y en desarrollo. ¿Quién ganó el debate? Los tres y cada uno en su particular medida, pero todavía no se visualiza quién podría ganar en mayo.

El enigma dentro del acertijo, pues, ya está montado y ni siquiera al preguntar: ¿Cómo se puede ir a unas elecciones en mayo 19, cuando las de febrero 18, la Junta Central Electoral permitió que sus resultados fueran robados por el Gobierno y el PRM y como producto de una gran estafa? La respuesta ahora mismo no aparece y tampoco se revela. Y en los veinte y cinco días que restan para el 19 de mayo, es mucho el esfuerzo que hay que hacer, pero el oficialismo acecha y de mala forma. Con Dios. (DAG) 25.04.2024