…Preocupa, que, de cada cien encuestados, “el 49.7% de los entrevistados dijo estar de acuerdo con una reelección del presidente Abinader, en tanto el 39.5% de los consultados la rechazó y el 10.8 % no opinó”.
Es decir, que a dos años de una gestión de gobierno en la que mucha gente coincide que es relativamente buena la gestión de gobierno del PRM y siguiendo la directriz del presidente Luis Abinader, la mitad de los encuestados digan y en gran mayoría, que rechazan la reelección y apenas una minoría la aprueben, indica inequívocamente, que algo no se está haciendo bien desde el oficialismo, que lleva, a que prácticamente la mitad de la población electoral desconfíe del presidente Luis Abinader y que si estuviéramos a cargo de la propaganda oficial, deberíamos de estar enormemente preocupados.
Y esto así, porque nunca en un año preelectoral, semejante contradicción de intención de voto es buena o segura, si de cien encuestados en capacidad electoral, más de la mitad o casi la mitad, tajantemente manifiestan su rechazo, a un gobierno, que a estas alturas deberían de tener una intención de voto mucho más firme y lo que debe provocar un replanteamiento desde el punto de vista electoral oficial, pero con ánimo de cuestionamiento radical interno.
Porque una de dos, o Abinader es entendido como un posible precandidato presidencial pésimo o desde el gobierno y su partido no se está haciendo lo suficiente para que no se pudiera entender o tener la percepción, de que la continuidad oficial no es todo lo segura que muchos de los suyos creen y que es el preocupante mensaje a ocultas que se desprende de la encuesta citada y sin importar y esto si es grave, que más del 60 por ciento de los propagandistas oficiales lo son por paga y no por motivación personal genuinamente real.
Para nosotros y desde el punto de vista de que somos un medio independiente a todos los poderes públicos y privados y que no tiene contradicción con entender, que la reelección constitucional debería de apuntalarse y como reto nacional para evitar que el neocaudillismo redivivo del PLD, FP y una parte del PRM pudiera materializarse dentro de la evidente demostración tan fuera de toda lógica que se está percibiendo, evidencia, no solo que el dominicano y en particular el elector, es sumamente conservador y oportunista y por lo tanto, es un individuo electoralmente en quien no se puede ni se debe confiar, sino que el oficialismo y sin ambages hay que decirlo, está fallando groseramente y actuando como peso muerto contra su propio presidente favorecido de antemano con una probable reelección constitucional.
O sea, parecería que el mismo Abinader no tiene una perspectiva cierta de como una mayoría de la ciudadanía realmente lo ve y en cambio, se ha dejado dominar por esa ola de propaganda falsa que sus allegados le han creado y la que no ha servido para nada, ni siquiera para que la percepción que hubiese sobre su persona como potencial candidato presidencial fuera la mejor.
Por ejemplo, desde hace más de un mes, nos ha llamado mucho la atención que los llamados comités técnicos de colocación de la publicidad oficial institucional sobre productos y servicios de entidades públicas y tanto del gobierno central como de instituciones descentralizadas y en particular, del nicho de las financieras, sus llamados “expertos”, han tirado a un lado el juicio político que deberían tener en un año pre electoral y de estúpidos, han recortado en más de un 50 por ciento toda la publicidad que tiene que ver con el oficialismo.
¿Resultado?, el efecto propagandístico ha disminuido en más de un sesenta por ciento con relación al empuje natural que la publicidad oficial debería marcar a favor de Abinader. Con razón los dos potenciales precandidatos opositores presidenciales más firmes, el expresidente Leonel Fernández y el alcalde Abel Martínez, sus equipos propagandísticos han sabido potenciar o vender mejor a sus respectivos potenciales candidatos, que todo cuanto hasta ahora ha hecho el oficialismo.
Brindándosenos entonces, ese otro potencial mensaje de rechazo electoral que dimana de la última declaración del expresidente Hipólito Mejía, de quien se supone que sin fisuras debería aupar a Abinader y en cambio, ante la debacle pre electoral que parecería ve venir, se preocupa por la hija y alcaldesa de a dedo e indicando, que si fuera por él, le diría a esta que no se repostule y que decirlo precisamente ahora, es enviar el peligroso meta mensaje de que ese expresidente, por lo menos tiene dudas en cuanto a que el PRM pudiera hacer un brillante papel exitoso en los comicios del 2024 y que a su vez significa, que no le ve fuerza de convocatoria de conjunto y a nivel nacional, al gobernante. Con razón, ayer en una entrevista televisiva de entrevistadores “independientes” del gobierno, Mejía volvió sobre sus palabras y habló de que, a su juicio, a Abinader no le ganaba nadie y que no tenía contrincante.
Lamentablemente, lo dicho por Hipólito es la terrible realidad sobre ese lastre ominoso que rodea el ambiente oficial de cara a las elecciones próximas y que, leyéndose a razonamiento a contrario, lo único que dice, es que, para ese expresidente, el PRM no ganaría con la fuerza del voto masivo, unas elecciones que parecería que ahora empiezan a escapársele de sus manos al mismo Abinader.
Es una lástima realmente, que ahora se esté presentando este traspiés que impone el criterio siempre torcido de ese expresidente y quien, por lo visto y ya anciano, todavía no ha aprendido a morderse su lengua. Pues por más que se quiera decir lo contrario, también se entiende que proponiéndoselo o no, Hipólito está saboteando la intención de voto a favor de Abinader y con el pretexto de no verle calidad de candidatura reeleccionista pesada a la de su hija y quien es nada menos y en particular, para fines de propaganda, la secretaria general del partido oficial.
De paso, lo dicho por Hipólito, también hay que verlo como una lectura negativa en contra del presidente nacional del PRM, el ministro Paliza, quien de seguro y desde ayer, debe de estar maldiciendo por lo bajo el brote de torpeza calculada del expresidente.
Habrá que ver ahora como los potenciales precandidatos opositores Fernández y Martínez arrecian e instigan el afanar de sus equipos de propaganda y resaltando las debilidades, de una probabilidad reeleccionista constitucional que ellos entienden y con el aval de Hipólito, que pudiera ser derrotada.
Al mismo tiempo, habría que llamarle la atención a los cabezas de los equipos de propaganda gubernamentales y sobre todo, al que se supone que dirige un administrador bancario que aspira a la nominación vicepresidencial, que el tener poder de decisión de administración ahora, no le da calidad alguna de éxito y si fracasa y como tan patéticamente muestra, al mostrar no control de su equipo de propaganda y al grado de este haberse convertido en uno de contrapropaganda y nada menos que contra el mismo Abinader.
Hay que recordar que las sutilezas que se encierran en el camino del poder presidencial y en ánimo reeleccionista, es uno tan delicado, que no es para que neófitos en los que priman sus resentimientos o desmedidas ambiciones políticas personales, pudieran ser dejados mano libre en esta carrera tan decisiva a favor de la reelección constitucional y precisamente en este tiempo preelectoral tan determinante. Abinader pues, debería de estar vigilante pues hay veces, que de una yagua pudiera salir un tremendo alacrán.
Ojo al Cristo pues y téngase muy presente, que en vez de que se entienda que todo va bien y que la reelección constitucional arrasa, debería comprenderse, que en vez de entender que políticamente todo va sobre ruedas, vemos que en una autorizada muestra de opinión efectuada a mediados de enero, la ABC Marketing, nos preocupa, que, de cada cien encuestados, se diga que “el 49.7% de los entrevistados dijo estar de acuerdo con una reelección del presidente Abinader, en tanto el 39.5% de los consultados la rechazó y el 10.8 % no opinó”. (DAG)
