Metaverso es una palabra que causa cierto repelús, si me lo permiten. Tal vez por eso mi corrector de Word se empeña en traducirla como metatarso. Algo que, sin duda, mantiene los pies más anclados en el suelo (real). Sin embargo, empresas como Facebook o Microsoft ven en este vocablo con aire a trilogía de ficción adolescente una veta descomunal de negocio virtual, algo donde. Metataverso es ese mundo paralelo que quieren desarrollar empresarios como Mark Zuckerberg y que, a partir de Horizons Workrooms, tiene como objetivo crearnos una vida paralela, completamente digital, en la que podremos hacer lo mismo que en el mundo real: trabajar y ganar dinero, comprar ítems con dinero real, salir de fiesta, divertirnos con los amigos, enamorarnos y todo, sin salir de casa. Lo que oyen. Purito Matrix y parece que no está tan lejos
El caso es que la app de videollamadas Zoom, que se coronó como la de más éxito durante la pandemia de coronavirus, está manos a la obra para crear salas de reunión virtuales. Lejos de mostrar a los participantes en ventanas cuadradas con la señal de sus webcam, recurre a gráficos 3D con avatares para representar a cada uno de los participantes. Además de ese paso hacia la VR y el Metaverso que Facebook parece abanderar, esta nueva realidad dentro de Zoom también contará con la opción de traducciones en tiempo real para hasta 12 idiomas. Es un paso más a mantener los pantalones de pijama, mientras la parte de arriba es una cuidada chaqueta con corbata. Estos trucos de lazarillo del siglo XXI se quedan cortos. Su avatar aparecerá guapo y niquelado mientras usted en su mundo real se mantiene en pijama con una serie de habilidades políglotas de las que adolece en el mundo real. Las enormes posibilidades que ofrece el metaverso y, sobre todo, las oportunidades de monetizarlas, han despertado el interés de las grandes tecnológicas. Un informe de Bloomberg Intelligence cifra ya en 500.000 millones de dólares el valor del metaverso. A mediados de la década, afirman, llegará a los 800.000 millones. Y alcanzará 2,5 billones para 2030, según esta compañía.
Las mayores aproximaciones al metaverso hasta la fecha se han producido en los videojuegos multijugador online como Fornite o Roblox. En Fornite ya se han celebrado conciertos multitudinarios y se dan otros elementos que caracterizan al metaverso, como la compra de objetos digitales. Roblox permite además tener la experiencia virtual. Lo hace mediante las gafas Oculus Rift o las HTC Live. La siembra de este nuevo mundo se está esparciendo con éxito entre las generaciones más jóvenes que han nacido nativas digitales y no les asustan ni calibran estas nuevas experiencias. Un niño que a los 13 años compra un arma o unas zapatillas de deporte en la plataforma Fornite a la salida de un concierto virtual es firme candidato para realizar una negociación en el metaverso. El verso del metaverso: asusta. Sobre todo cuando uno se entera que hay una stripper virtual (Projekt Melody) con rostro aniñado que parece ser trending tópic en ese mundo.[La Razón]