Si por la alta cuota de odio que desde las redes sociales se observó durante el desarrollo del debate entre los candidatos al Senado de la República y tanto por el Distrito Nacional como por la provincia de Santiago e igual ayer con el debate de las vicepresidentas, es que los dominicanos podremos hacernos una radiografía de lo que podría ocurrir hoy con el debate a nivel presidencial, todos los ciudadanos tendremos que estar preparados y para confirmar, que desde los lupanares mediáticos en las redes sociales se hará lo imposible por tratar de afectar la libertad de decisión y luego de escogencia de los electores y en atentado grosero al derecho ciudadano de cada uno decidir respecto por quién votará el próximo 19 de mayo.
Todavía estamos asombrados de cuán lejos se ha llegado en materia de violación continua a la libre expresión como también respecto a la libertad de conciencia y tratando -evidente el pérfido propósito- de que las redes sean el arma de destrucción masiva que quiere impedir que los electores concurran a las urnas y en base a su libre albedrío.
De hecho, se ha confirmado plenamente nuestro llamado del pasado domingo 21, cuando advertimos del inquietante fenómeno de instigación hacia el voto de odio y por lo que decíamos sobre lo necesario de que las redes sociales sean cerradas o bloqueadas el 19 de mayo y como medida de protección y si se quiere, para lograr un ambiente electoral no contaminado y que nos obligaba a puntualizar, que se debe detener el terrorismo electoral que se busca desde redes y medios.
El debate a que hacemos referencia, el de los aspirantes al Senado, evidenció que nuestra preocupación no está nada lejos de la verdad, cuando como se observó los insultos de todos los matices y colores fueron emitidos y en una grave demostración de cuanto odio existe en la parte ciudadana donde la procacidad, el insulto y las malas maneras tienen carta de presentación y de parte de personas que no saben aceptar la opinión disidente y mucho menos aceptar que todos los ciudadanos tenemos derecho a emitir un criterio y sin que por ello se cometa pecado alguno y lo que se vio también en el debate femenino de ayer.
Por el debate del lunes, se observó que cada candidato trató de demostrar, no solo capacidad expositiva, sino también buena educación y aun cuando uno que otro, en ciertos momentos se le podría decir que casi llegó a la frontera de lo chabacano, pero en líneas generales, todos mostraron empeño en saber exponer sus ideas y criterios.
Llamó la atención que el candidato oficialista en la capital tuvo momentos, que olvidó que al público que se dirigía era uno localista y no nacional y cayendo en el error de presentarse como una especie de candidato del presidente de la República, al tiempo y de impertinente, hubo momentos de queriendo burlarse de su joven oponente.
Desde Santiago, el debate fue más dinámico y las ideas fluyeron casi libremente y si bien uno de los candidatos se comportó torpemente y aun cuando lleva más de veinte años como diputado, algo realmente chocante, al final se tuvo mejor compostura que sus iguales capitaleños.
Para el debate vicepresidencial hubo cierta mejora de parte de las redes, pero la malignidad en las interpretaciones torcidas se mostró con irrespetuosa crudeza.
De paso, fue obvio que el candidato del presidente y nos referimos a uno de los dos capitaleños, cometió la pifia de pretender atacar a su joven oponente y al demostrar el odio que le tiene al padre de este y quien como todo el resto de quienes éramos testigos del debate, coincidimos que fue una nota de mal gusto y de parte de ese exfiscal distrital, que tampoco fue que tuviera su mejor desempeño y quien mereció la singular repulsa atinente a quien da una nota baja queriendo desconcertar a un oponente, que supo acusar el golpe y trascender con una respuesta inteligente, por la que la mayoría de la audiencia aplaudió en el joven su firmeza de carácter y aceptable preparación intelectual.
En términos generales y por los insultos continuos desde las redes y donde la plebe de clase media baja demostró sus mayores características de incivilidad, parecería que esta noche todos tendremos que esperar una muy grave afectación de decencia pública y de falta de respeto hacia la opinión ajena y lo que nos confirma, que lo mejor que debería de suceder, es que haya un consenso generalizado en cuanto a que la Junta Central Electoral (JCE) bloquee las señales que difunden las redes sociales y el mismo día de las elecciones y dado que de estas mantenerse sin control, es lo más seguro que los resultados de las elecciones presidenciales y legislativas, no simplemente que estos serían afectados, sino que se facilitaría que la minoría mediática que quiere la imposición de un terrorismo electoral, pudiera explayarse ampliamente.
A todo esto y como telón de fondo, observamos que el matrimonio político Danilo-Margarita, estaría tratando de socavar a Leonel y motivado por sus conocidos resentimientos apenas dormidos y que de realmente suceder, ambos políticos estarían dando una penosa muestra de odio compartido hacia un mismo objetivo y peor, que por semejante actitud tan poco noble, estarían contribuyendo a que el candidato de la reelección constitucional pudiera encontrar una especie de vía de escape que le facilitara ir con mejor desenvolvimiento el domingo 19 de mayo.
Mientras tanto, la gran lección que queda del enojoso espectáculo del lunes y de ayer desde las infames redes sociales, donde por lo visto, sus lupanares mediáticos tienen la última palabra, que definitivamente, a nadie de los candidatos y partidos y menos a los del gobierno, para nada les convendría semejante demostración de falta de civismo, educación e incivilidad y ante tal expectativa, el tribunal electoral de primera instancia debe asumir la responsabilidad de impedir que desde las redes se saboteen unas elecciones presidenciales y legislativas, que como nunca y por sus resultados, deberían de ser una muestra precisa de consolidación de los fueros democráticos.
De ahí que puntualicemos, respecto al asombro que sentimos muchos y al ver como desde las redes se quiso sabotear la percepción que cada ciudadano que fue testigo del debate o mejor dicho, debates pudiera tener y por lo que señalamos el penoso panorama del que tantos fuimos testigos y al decir, Dios Santo, pero cuanto odio y tras bambalinas, el matrimonio político Danilo-Margarita tratando de socavar a Leonel y de mala manera. ¿Hasta dónde se llegará? Con Dios. (DAG) 24.04.2024.
