En todo el Sur es donde más se nota la alta militarización que somete a una especie de autoridad militar de ocupación las vidas de los dominicanos y con el gran riesgo de imponer un gobierno militarizado encubierto y teniéndose lo de la extinción de dominio de telón de fondo

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Desconocemos si el presidente Luis Abinader habrá caído en cuenta, de que a mayor aumento de la imposición militarista como norma restrictiva para millones de dominicanos y con el pretexto de frenar todo tipo de contrabando de personas, armas y drogas en la frontera, al final sea una política que a determinado tiempo no se volviera contra la misma funcionabilidad del régimen civil y constitucional que el presidente representa.

Al tiempo de que mostramos fuerte preocupación y al conocer que la mayoría de los miembros del gobierno plutocrático que Abinader encarna, provienen de tiempos de la guerra fría, donde lo ideológico estaba primero y con mayor fuerza si se trataba del colectivo de seudo izquierdistas, comunistas y socialdemócratas, que eran las etiquetas con las que los políticos y sus agentes sociales se identificaban y todos, con la característica principal de ese autoritarismo brutal con el que siempre quisieron imponer sus conceptos seudos ideológicos.

Ahora en el gobierno la mayoría de esos oportunistas pequeños burgueses desesperados por trepar en el orden social y casi todos habiendo cambiado de nivel y calidad de vida y en función de cometer las peores tropelías de enriquecimiento desproporcionado a la sombra del poder, siempre ha acontecido que se muestran reacios a que las normativas constitucionales de índole democrática se apliquen taxativamente y por una sola razón, temen que su bienestar personal pudiera ser socavado por nuevas generaciones políticas no contaminadas con sus excesos  gubernativos.

Así se tiene, que en la medida que toda esa gente se siente segura en las posiciones que tienen dentro del gobierno de la República, sea como funcionarios, traficantes de influencias o suplidores del Estado, se les evidencia mostrando cierta premura porque nuestra democracia sea una guiada verticalmente y autoritaria y que de incrementarse semejante desasosiego hijo de su temor  a perder lo que tienen, todos ellos acerquen posturas cada vez más dogmáticas y menos democráticas y lo peor, de tendencia totalmente militarista y policial.

Y lo que se observa, en la misma imposición que hubo para que un Poder Legislativo que depende a lo absoluto del Poder Ejecutivo y este bajo la notoria influencia de la embajada estadounidense, hubiese impuesto un mamotreto de ley de extinción de dominio, que de tan irreal y poco pragmático, se ha tenido que promulgar como ley, pero con la advertencia, de que la misma solo entrará en vigencia el 28 de julio de 2023 y hasta lograr la cobertura absoluta en materia de estructuras a crear, tribunales y jueces a designar y burocracia preparada para su aplicación y lo otro tan significativo, que hay que reevaluar y corregir especificaciones y entuertos que los mismos legisladores y por las premuras que habían, no quisieron tomar en cuenta aparte de querer complacer sumisamente al amo imperial y a su lacayo local.

Además, el mismo hecho de que el Poder Ejecutivo y públicamente se comprometió con la embajada estadounidense y en cuanto a que a más tardar el pasado viernes la ley de extinción de dominio estaría aprobada, justo precisamente cuando la vida dominicana alcanza su mayor nivel de militarización y la ciudadanía se encuentra absolutamente desamparada de opiniones y voces contrastantes desde el sector mediático que pertenece o es controlado, tanto por la oligarquía, la alta burguesía y los barones mediáticos siempre asociados  a la mayor cantidad de intereses que pudieran echar mano en sus relaciones estrechas con el poder político, nos dice y patéticamente, el grave peligro de disolución institucional que a largo plazo se confronta.

Cuadro siniestro que no ayuda en lo absoluto a que los dominicanos podamos entender que se vive dentro de un esquema de sociedad realmente libre y mucho menos, cuando las restricciones a los ciudadanos para afectar su libertad de tránsito y con el pretexto de “resguardar la frontera”, se está llegando a unos niveles realmente preocupantes en materia de si existe o no una democracia funcional que sea respetuosa de los derechos de cada ciudadano.

Son 78 los controles oficiales que los militares han impuesto en la frontera dizque para resguardarla y fue una burla lo que el aparato militar, policial y de inteligencia efectuó para evitar que el Poder Ejecutivo hubiese autorizado el proyecto israelí de vigilancia electrónica, que impediría que toda una brigada de 12 mil efectivos se encuentre ahora copando toda la línea fronteriza y afectando como nunca antes la libertad de tránsito de los ciudadanos que viven en las cercanías de la misma a lo largo de todo el corredor fronterizo.

Para colmos, esa prensa mercancía propiedad de los barones mediáticos, sobre este particular no hizo la necesaria labor informativa de contrapeso, que hubiese evitado que los grupos mercantiles militarizados hubiesen podido doblarle el brazo al mismo Poder Ejecutivo y hoy hubiese un profuso mecanismo de contratas de obras, que, de acuerdo con nuestros informes, pasarían de los 500 millones de pesos.

Tenemos entonces, que tanto con la imposición del mamotreto de ley de extinción de dominio, así como con el proceso a gran escala de construcción de una verja perimetral fronteriza de dudosa eficacia, más el accionar de toque de queda que las autoridades han impuesto en la mayoría de las ciudades y con el pretexto de enfrentar “la delincuencia”, poco que mucho, a la ciudadanía se le está restringiendo seriamente su libertad de tránsito al tiempo que el mismo gobierno y cometiendo un grave error, ha empezado a militarizar la vida nacional.

No vamos a decir más y porque estamos seriamente preocupados por el giro totalitario que las autoridades civiles están tomando y que tanto reconocimiento y aplauso le merece a una membresía política y oportunista del funcionariado público, que ahora parapetada detrás del PRM y como antes lo estuvo cuando el PLD, lo único que le interesa es salvaguardar sus privilegios y la obvia acumulación de dinero non santo en que el que sus personeros están empeñados.

Abinader podrá tener buenas intenciones, pero luce que esos intereses prácticamente le han hecho su prisionero y lo que hay que decirle y para que no deje que se le continue manipulando y menos, cuando todavía tiene tiempo para recuperar su gobierno y terminar convirtiéndolo en uno en el que realmente se le entienda como que está trabajando para devolverle el país al pueblo.

Mientras y al tener dudas, solo decimos, que en todo el Sur es donde más se nota la alta militarización que somete a una especie de autoridad militar de ocupación las vidas de los dominicanos y con el gran riesgo de imponer un gobierno militarizado encubierto y teniéndose lo de la extinción de dominio de telón de fondo. (DAG)