En Turquía hay un programa piloto de campamento para refugiados sirios en furgones, que es digno de imitar

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De tanto que aquí diversos sectores sociales han satanizado el tema de los refugiados, decidimos explorar en internet sobre el asunto y nos encontramos para nuestra sorpresa, que el mismo nada tiene de pecaminoso y sí que en el caso criollo, existen grandes perjuicios por parte de los voceros de los ultranacionalistas y anti haitianos que un tiempo a esta parte pululan y no obstante que la mayoría cohabitan con haitianos trabajadores en nuestros campos y ciudades y uno que otro indocumentado.

Por la experiencia turca, nos enteramos, que pueden darse campamentos perfectamente organizados para 20 mil residentes  y con las instalaciones de servicios públicos básicos, líneas telefónicas, escuelas, hospital, farmacia y hasta supermercados y sus residentes teniendo una especie de tarjeta social para ir a comprar alimentos y medicinas en lo estrictamente necesario para cada individuo y a los que se les facilita trabajar en áreas comunitarias cercanas y en lo que se les enseña el idioma, los principios básicos de educación, convivencia y buena vecindad.

En el país euroasiático los campamentos no se politizan, quienes viven se les considera individuos de paso por lo de su adaptación al país que llegan y no existe esa histeria de ignorantes cargados de odios que hay aquí e inculcada por políticos y sector mediático extremistas.

Sabiendo esto, invitamos a nuestros lectores que entren a internet y vean con ojos críticos un interesante programa humanitario, que, con buena voluntad y recursos de los contribuyentes, ha permitido que esos transeúntes salgan de esos espacios muy agradecidos y simpatizando ampliamente con la nación turca.

También entendimos, que, dado que tenemos una amplia población flotante de indocumentados haitianos y venezolanos, perfectamente se pueden crear este tipo de campamento en los mismos sectores poblacionales en donde sus conciudadanos trabajan y como el caso de Verón en la provincia de La Altagracia y tal como si fueran zonas francas de reeducación ciudadana.

Se trata solo de tener mente abierta y buena voluntad. Atención pues. (DAG-OJO)