A partir del miércoles 24, en este país se sabrá quién gana o pierde las elecciones del 19 de mayo. El reacomodamiento de fuerzas viene y las traiciones, ya mismo y a cara descubierta. No hay favoritos y menos perdedores. Solo oportunistas

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Estamos hablando y recordando, que, hasta enero pasado, el oficialismo, es decir: el presidente Abinader y su PRM, sin duda alguna que marcaba con que podría ganar las elecciones presidenciales y legislativas del 19 de mayo. Pero ahora no es esa la percepción y peor, que los ánimos encrispados de quienes quieren ajustarles cuentas, ya empieza a ser parte de la vida cotidiana.

Esto nos dice, que, en el gobierno, o pecaron de excesiva auto confianza o que, llevados de una euforia triunfalista engañosa, dieron por sentado que eran imbatibles y por lo que hasta ciertos excesos “de procedimiento” podrían permitirse.

Lamentablemente, la estrategia les ha resultado fallida y mucho más, desde que como nunca, la abrumadora divulgación de cientos de encuestas a favor del poder y que desde enero han hecho presencia y ahora lo nuevo de grupos de adhesión continua, simplemente y por lo que se está viendo, a resultado en una especie de tiro en la culata, que ahora mismo, no ayuda en nada a proyectar una imagen gananciosa para todo el oficialismo.

Al contrario, el rechazo y sobre todo desde la clase media, se ha manifestado en una dimensión que no creíamos posible y menos, para un segmento poblacional, que junto al de los ricos, ha sido el más beneficiado por el gobierno, unos, con facilidades de “inversiones” de toda especie y los otros, con un vasto programa millonario de ayudas sociales.

Ante semejante tanda de privilegios institucionalizados, el segmento poblacional de quienes viven en los barrios de las ciudades y en particular los marginados y en estos, con una mayoría que se nutre de remesas de familiares en EEUU y Europa, se está viendo el rechazo grosero hacia un oficialismo que quienes gustan de los teteos, la droga, la prostitución sexual y la trata de personas, se sienten a menos y viendo que sus parientes y relacionados deben enviarles más dinero y porque la inflación por un lado y el aumento de la cuota mensual de ayuda se les va en un santiamén y dado que las ayudas gubernamentales no les alcanzan.

De ahí del incremento de la delincuencia en materia de crímenes, sicariato y asesinatos por encargos y producto de muchos ricos y clase media, que ya no ven como el año pasado, que el dinero corría y sus compromisos eran cumplidos por quienes les prestaban.

Esta realidad cruda y dura, los estrategas y propagandistas oficiales, todavía no la han entendido y menos descubierto…y lo que parecería, que la parte más ruda de la oposición la ha conceptualizado y sí que le marcha para beneficiarse política y electoralmente. Ni que decir, que la situación ha cambiado y al punto, de que la mayoría de los bandidos de escritorios con los que la oposición sabe que cuenta, han sido activados y con miras de renovar alianzas de todo tipo con narcotraficantes y lavadores de activo y básicamente entre los dominicanyork y sus bodegas y sus préstamos ilícitos entre el bajo mundo dominicano de Nueva York.

El escenario que se nos viene encima, pue, parecería realmente catastrófico y si es que llega a ocurrir, que los candidatos del gobierno y del PRM y en su desesperación para no perder, apelan a sus “puntos de apoyo” en el manejo non santo de los recursos públicos, mientras que los candidatos opositores y todos a una, renuevan sus promesas “para cuando ganemos” y se aprestan a recibir montañas de dineros, la mayoría ilícitos de sectores del exterior nada escrupulosos y sí enormemente delincuenciales.

Para más ilícitos, se advierte, que una parte “dinámica” de los sectores empresariales y financieros que han hecho de sus apuestas políticas el mejor espacio para ganar en la ruleta electoral durante cuatro años más, viendo que el tsunami de millones de pesos “de contribuciones espontáneas”  se le viene encima en los últimos días de la presente campaña electoral, empiezan a diseñar medidas, acciones y actitudes de salvoconductos y con los cuales y tal como ha ocurrido en elecciones anteriores, a quienes apuestan, puedan ganar a la mala y culminando entonces, con que cada cuatro años habrá nuevos candidatos a caer presos por ser financiadores de la narcopolítica y como recién estamos viendo con legisladores apresados en EEUU y otros muchos que se encuentran en salmueras en el territorio nacional.

Pero si lo anterior es grave, mucho peor es descubrir, que como a nivel de pueblo primordialmente y en parte de la clase media ni se diga, el afán de lucro fuera de todo control es el factor que domina a la población de los teteos, la bachata y el ron y presentándose que el mercado político ha abierto un nuevo ramal y dirigido a satisfacer ese tipo de iniciativa y financiamientos extremos.

Por ello, no hay que dudar ya, de que la peor de las escenografías ha sido montada y en la que pocos políticos y de todos los rangos pudieran salir moralmente indemnes. De este modo y a 28 días de las elecciones presidenciales y legislativas, de antemano, parecería que la pureza de estas ha sido echada a perder y los dominicanos nos aprestemos a ser parte de una estafa electoral más y, por si fuera poco, dentro de un inquietante parámetro de fraude y estafa contra el casi no probable ejercicio de libre escogencia ciudadana.

Por supuesto, todavía nos permitimos ofrecer el beneficio de la duda a todos los actores políticos y públicos y alentando a que nada de lo que describimos pudiera hacerse realidad, pero es difícil no pensar en ello y menos, cuando lo que también vemos, es que a partir del miércoles 24, en este país se sabrá quién gana o pierde las elecciones del 19 de mayo. El reacomodamiento de fuerzas viene y las traiciones, ya mismo y a cara descubierta. Hoy y contra lo que se pudiera suponer, todavía no hay favoritos y menos perdedores. Solo oportunistas. Con Dios. (DAG) 22.04.2024