¿Haciendo creer lo que no es?

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De pronto y como nunca, el gobierno y el partido oficial patrocinan un ramillete de no menos 23 encuestas “independientes” dirigidas a hacerle ver a la atrapada opinión pública que ante la posición “aplastante” del presidente-candidato y con miras de ganar las elecciones del día 19, no valdría la pena que los votantes contrarios al oficialismo pretendieran concurrir a las urnas.

Lo otro, toda una serie de opinantes pagados por áreas gubernamentales, se despachan al unísono y diciendo que la campaña electoral es aburrida, que no hay candidaturas de interés y que notan una especie de supuesto desanimo dentro de la población.

¿Qué se pretende?, que la ciudadanía no tenga interés en los comicios del domingo 19, se abstenga de concurrir a las urnas y con el falso predicamento oficial, de que de esa manera la reelección presidencial pudiera ganar por la mínima, en tanto a nivel opositor no haya interés por competir electoralmente.

Paralelo a lo anterior, el formidable aparato de propaganda oficial manipula, tergiversa y miente respecto a lo que se entiende la tendencia real del electorado de cara a las elecciones y apoyándose en la brigada de supuestos lideres de opinión y quienes, en base a ingresos oficiales millonarios, abiertamente pregonan a favor del partido oficial y sus candidaturas legislativas.

En realidad, y dentro de este maremágnum de opiniones encontrada e interesadas, lo que resalta a 11 días de las elecciones y recuérdese que son datos aleatorios, es que el presidente-candidato se encuentran dentro de una media de 33 a 45 % de aceptación real, siguiéndole y muy cerca el expresidente Fernández entre un 30-40% y aproximándose el exalcalde Santiago, Martínez con un 25 a 35 % de favorabilidad.  De los tres, Abinader no se le nota avance significativo, pero sí a sus dos contendores opositores.

A nuestro modo de ver, entendemos, que en el gobierno se encuentran enormemente preocupados y al notar que, en la última etapa de la campaña, el presidente Abinader parecería que no ha podido aumentar el porcentaje a favor que tenía en enero, cuando nadie dudaba de que ya disponía de un cómodo puntaje entre 48-52 por ciento y sus adversarios muy por debajo de las cifras que tienen en el presente.

¿Cuáles factores han incidido para semejante vuelco?, para el gobierno, el haber cometido la desmesura de utilizar abrumadoramente los recursos públicos para robarse los resultados de las elecciones municipales del pasado 18 de febrero y habiendo logrado el apoyo “precautorio” de la Junta Central Electoral, cuyos jueces y con una desfachatez increíble, consistieron que el oficialismo perpetrara el fraude descomunal que ya es historia.

Sencillamente, los ciudadanos se asquearon y al comprobar que el PRM y su gobierno se robaron las elecciones y los electores, entendiendo que para el 19 próximo el gobierno iría por todas para repetir el despropósito criminal, han razonado, que al gobierno hay que pararle en seco su gran desfachatez, y que de suceder sería otra violación absoluta de la libertad de escogencia como de la libérrima voluntad popular.

A partir de ahí, ocurrió lo previsible:  El profundo descalabro en la credibilidad y popularidad de Abinader y el PRM y lo que ahora las autoridades quieren revertir e impulsando la más la formidable red clientelar que el PRM tiene y su decisivo aparato de propaganda dentro del 90 por ciento de los medios de comunicación, tanto dentro de la prensa mercancía como en la corporativa y la fuerte red de lupanares mediáticos en las redes sociales.

Ya mismo, por ejemplo, es indudable que la oposición Rescate RD ha empezado a mostrar decisivos avances en su popularidad, en tanto el presidente-candidato da un brinco y se va a Washington donde con el pretexto de que un organismo neutro le ha proclamado como “uno de los presidentes más populares del Continente”, Abinader tocará determinados despachos oficiales y para pretender reforzar su posición e imagen dentro del gobierno de Biden, el que todavía le mantiene su apoyo táctico.

Sin embargo, el presidente Abinader está al tanto de las dos muestras de opinión que estadounidenses de influencias le pagaron a una encuestadora que se reputa profesionalmente seria y la que por sus resultados, ha provocado serios debates a lo interno de la administración Biden, pues los mismos presentan, que Abinader y como candidato presidencial ha ido perdiendo fuerza y pujanza significativas y tanto, que en la alta burocracia de la capital estadounidense se ha empezado a entender, que es momento de no alejarse mucho de los candidatos opositores y en particular del expresidente Fernández, pero sin tampoco descuidarse del exalcalde Martínez.

La razón pues del viaje presidencial es esa, la de sondear que opinan sus amigos del entorno de Biden y lo importante, de si Abinader mantendrá el apoyo de la administración y lo que ya no es tan seguro y que al gobierno inquieta, al conocerse que oficiales de la misión diplomática estadounidense, poco que mucho, han empezado a acercarse a los candidatos presidenciales de la alianza Rescate RD o buscar la opinión “experta” del expresidente Medina y con el supuesto de tener “una perspectiva mejor elaborada” sobre la campaña electoral.

Paralelamente, ya dentro de áreas del empresariado como del mundo financiero, se nota cierto desapego del tipo precautorio y de la clase que obliga “por lo que pueda pasar” y que son tratativas, que, a nivel de los estrategas publicitarios y propagandistas oficiales, les está generando mucho desasosiego.

Frente a todo este panorama, lo primero que debemos decir, es que, para los moldes dominicanos, todavía se puede hablar de que el proceso electoral va con buen pie, salvo la metida de pata de la JCE al consentir el fraude oficial del 18 de febrero.

Lo segundo, que Abinader y como presidente-candidato todavía está en la pelea o que por lo menos, si lo derrotan lo hará dando todo lo más de sí y, en tercer lugar, que, si fuéramos gobierno, no nos descuidáramos para nada con los candidatos opositores Fernández y Martínez, quienes cada día cuentan con mayor aceptación popular. Fernández, por su impronta de gran gobernante y estadista como pocos y Martínez por su brillante carrera política, sus éxitos como alcalde de Santiago y el tremendo empuje de popularidad que arrastra entre mujeres y juventudes y que nadie debería desestimar y al punto, que si Fernández se descuidara hasta podría provocarle un serio dolor de cabeza.

Todavía más, la carta debajo de la manga del exalcalde es que detrás suyo se encuentra el partido con mayor fortaleza y fuerza política a nivel nacional y su presidente, que habiendo sido dos veces presidentes de dos formidables gobiernos desarrollistas y ahora tirado en la calle del medio aupando a Martínez, es el motorizador de una situación populista nueva y la que tanto Abinader como a Fernández, si pretenden ignorarla, cometerían un muy grave error táctico.

Mientras tanto, sorprende que los del gobierno y los del PRM quieran hacer ahora como el animal aquel que supuestamente y para no ver su realidad, esconde la cabeza en la arena y con esa tanda tan poco practica de encuestas masivas por encargos y manipulación extrema en medios y redes, propagandistas de alquiler y periodistas a destajo y por lo que solo preguntamos: ¿Haciendo creer lo que no es?

Puntualizamos, para nosotros, lo que importa, es que quienes ganen lo hagan en base a ganarse la confianza del electorado, no haciendo trampas y mucho menos comprando votos y votantes. Con Dios. (DAG) 08.05.2024