En la normalidad dominicana, un día como hoy en el que se supone se celebrarán en relativa paz las elecciones municipales, es más que trascendente y desde el punto de vista, de que por lo menos quienes votaron por primera vez en el 2004 tienen ahora 20 años y por lo tanto con cinco periodos eleccionarios, se supone que deben de encontrarse lo suficientemente alfabetizados en materia de enseñanzas de responsabilidad, cívica, política y social.
Ni hablar de quienes votaron antes del 2004, por lo que ahora y al llegar a estas elecciones de 2024, se supone que de los aproximadamente 8.5 millones de electores supuestamente registrados en la Junta Central Electoral (JCE) para ejercer el sufragio, no menos de 3 millones deberán apreciar en toda su dimensión y trascendencia el ir a las urnas en este día.
Sin embargo de este grupo de generación Y e igual la Z, hay un nicho de agitadores sociales producto de la manipulación artera que una parte de la clase política ha incentivado, para que como “generación alofoke” no vaya con pretensión sana a las urnas y que es un factor que realmente nos debería preocupar a quienes como ciudadanos en la exacta dimensión del término, entendemos un proceso electoral como la culminación del fortalecimiento de la cultura democrática que los votantes se supone debemos de tener.
Puntualizado esto, solo aspiramos que el proceso electoral se desarrolle sin problemas ni angustias de ningún tipo, que quienes como candidatos, los que ganen se comporten con nobleza y los que no sean favorecidos, se comporten con el civismo necesario de saber que a las elecciones se va a ganar o perder.
Respecto a los medios de comunicación y de información de masas y también a los lupanares mediáticos en las redes sociales, solo aspiramos que tengan contención de ánimo, sentido común y mucha responsabilidad cívica, no actuando como propagandistas de partidos, candidatos o corrientes políticas y sí ejerciendo un periodismo profesional y una comunicación limpia y objetiva y de la que todos podamos sentirnos orgullosos.
En cuanto a las fuerzas políticas y en especifico las del gobierno y su partido, esperamos contención y sentido común y nada de pretender ventajas arbitrarias de ninguna naturaleza que pudieran afectar el clima electoral. Con este espíritu de conciliación y fraternidad deseamos lo mejor para todos los candidatos y a todos los votantes. Con Dios. (DAG-OJO)
