Desconocemos si al presidente Luis Abinader, sus asesores le llevan las informaciones reales sobe el día a día de la población y desde clase media baja a ciudadanos de a pie, pero la realidad es, que se está viviendo muy estrechamente y que la calidad y nivel de vida han descendido extremadamente.
Y al decir esta impresión, tratamos de hacerlo muy alejado del espíritu sedicioso y combativo de las fuerzas políticas y sus activistas y tanto de gobierno como de oposición. Pero lo cierto es, que la clase media que el país tenía en el 2020 ha terminado disminuida y empobrecida y al extremo, que de clase media se ha bajado a un deterioro alarmante de la calidad y nivel de vida de los ciudadanos y en sentido amplio.
Lo que es un contraste con la minoría de privilegiados de su gobierno, todos esos que pertenecen a la alta burocracia oficial, sus periodistas y llamados lideres de opinión, empresariado emergente hijo de las contratas y contratos oficiales y atrás, los favorecidos sargentos políticos que por donde quiera el gobierno tiene.
Ya no se llega a fin de mes y son millones los dominicanos que ven con alarma y asombro como el presupuesto público se está malgastando y usted perdone, con los regalos y privilegios que se otorgan a sus activistas políticos y limpia sacos de nuevo estilo y en lo que parece un terrible derroche de recursos públicos y como no se había visto en campaña electoral anterior.
Para colmos, la mayoría de los servicios públicos lucen muy deteriorados y como se ha visto y vivido recién, con las lluvias de siempre que ahora inundan barrios enteros en las ciudades, afectan el tránsito en las carreteras. Parecería entonces, que la mano del gobierno ha experimentado algún tipo de parálisis, así que es notorio como la desvergüenza y cara dura de sus funcionarios y en gran mayoría, ahondan ese sordo resentimiento que ya abarca y directamente a no menos cinco millones de dominicanos.
Presidente y por favor, haga algo, los que queremos el bien suyo y de su gobierno, estamos más que sorprendidos por el terrible desorden de vida que se está presentando y para colmos, usted dando un viaje a EEUU y a costo millonario en dólares y con un grupo de funcionarios y periodistas a recoger una placa de reconocimiento, que supuestamente le otorgaba una entidad panamericana y que ahora se revela que es la cara amable de una organización no gubernamental que tiene detrás a un poderoso segmento empresarial del ramo energético local.
Al Gobierno, el tiempo se le acorta y las elecciones están hoy a la vuelta de la esquina y a usted presidente, lamentablemente se le ve como si estuviera dando palos de ciego y dentro de una grande, grave e inmanejable burbuja mediática que la mayoría ciudadana rechaza, mientras a su frente, el descontento empieza a mostrarse y su oposición hace como si en verdad fuera tal. Suerte le deseamos señor presidente, en estos siete días de campaña la necesitará y mucho. Con Dios. (DAG-OJO)
