Ucrania no solo que es el gran terreno de pruebas de nuevas armas, sino el origen de la ampliación de la guerra, pero en el Caribe Central

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Mientras la mayoría de la población, la clase gobernante y los mass media, solo se entretienen con las incidencias de la guerra entre Rusia y Ucrania y su derivada comercial de EEUU-UE-UK, contra el resto del mundo, los dominicanos deberíamos tener serias reflexiones y por si la guerra llegara a nuestras costas y por aquello de que República Dominicana está rodeada por países y territorios con bases militares estadounidenses, que como tales serían objetivos bélicos.

Para empezar, véase la Florida con el Comando Sur estadounidense, continúese con Puerto Rico y Colombia que tienen las siguientes grandes bases militares estadounidenses y también Panamá. Del otro lado, es decir, de las naciones que apoyan abiertamente a Rusia, se tiene a Venezuela, Cuba y Nicaragua.

Es decir, con un escenario bélico ampliado a los países y territorios anteriormente descritos y con República Dominicana en el centro y el paticojo Haití de acompañante, lo seguro sería, que tan pronto Rusia amplie la guerra  con el lanzamiento de una bomba nuclear de capacidad regional europea y Venezuela y Cuba y Nicaragua reaccionen regionalmente contra los intereses estadounidenses, automáticamente las bases militares estadounidenses ya descritas, entrarían seguido y en un estallido bélico, que por obligación arrastraría a las dos naciones que componen la Hispaniola.

Se podrá estar o no de acuerdo con la probabilidad, pero de la que nadie podría suponer, que no pudiera ocurrir y que los dominicanos no nos encontraríamos en el centro del huracán y que sería un asunto que tampoco nadie pudiera atreverse a decir que no sucedería.

Por lo pronto, EEUU tiene cerca de cuatro submarinos atómicos en el Atlántico como en la región caribeña y de Rusia y ya en una situación de guerra abierta, es probable que no menos cinco submarinos y nucleares estarían a tiro de nuestras costas y cuando menos se les pudiera esperar y si este el escenario probable, como analistas políticos de Estado, en POR EL OJO DE LA CERRADURA seríamos unos miserables si no alertamos sobre la terrible posibilidad.

¿Qué efectos políticos prácticos provocaría semejante estado de guerra para nuestra nación?, lo primero, que nuestras Fuerzas Armadas y la policía responderían más fácilmente a los agregados militares y policiales como de seguridad de la embajada estadounidense, que a quien al momento fuere el presidente de la República. Lo segundo, que todo el aparato financiero y económico y al ser una parte corresponsal de sus iguales estadounidenses y la otra, gran proveedor de mercancías, automáticamente aplicaría una economía de guerra dirigida a apuntalar los intereses estadounidenses.

Lo que se vería en el giro propagandístico de los medios de la prensa mercancía tradicionales que pertenecen a los barones mediáticos, dueños a su vez, de los medios de producción, así como que más del 50 por ciento de gerentes y directores de empresas y bancos, son de nacionalidad estadounidense. Y como ficha clave para hacer prevalecer los intereses estadounidenses sobre los dominicanos. Washington cuenta también con los 300 a 500 mil estadounidenses de origen dominicano que viven retirados en este país y que en el caso del escenario de guerra que describimos, serían quintacolumnistas a favor de su país y no del isleño de sus ancestros.

Esto es, que lo anterior quiere decir, que aun cuando Ucrania está a diez mil kilómetros de distancia de nuestra nación, los efectos devastadores de una guerra ampliada  de la naturaleza que esbozamos, serían significativos para los dominicanos y los extranjeros que viven en el territorio nacional y lo otro tan patético, que dado el mismo escenario, todas las islas-estados en el Caribe Oriental y como son un rosario de colonias y semicolonias de antiguas potencias colonialistas europeas, los dominicanos probablemente tendríamos las puertas cerradas en lo que la guerra se desenvolviera.

Lamentablemente dentro de los llamados “lideres de opinión” de esa prensa mercancía tan frívola que se tiene, a ninguno se le ocurre escribir y analizar en que situación verían a nuestro país y en el caso de que la guerra se amplie y nos afecte en sus inicios por una situación de pura geopolítica y lo que nos preocupa grandemente, toda vez que la población no tendría ningún tipo de orientación por parte de individuos que, como dominicanos, les debería doler su país.

Desde luego, ni hablar, de que si por manos de los trapos, y a a fin de este año tenemos una escenario de guerra mucho peor en Europa, no que todos los gobiernos del área estarían en situaciones delicadas, sino que el dominicano de Abinader y al ser uno de centro derecha pro-estadounidense pero guillándose (haciéndose pasar) de “izquierdista”, francamente que estaría entre las cuerdas y por aquello de no querer comprometerse y tal como está ocurriendo ahora, que desde que la Policía Nacional ha soltado  a sus pandilleros asesinos intentando aterrorizar a toda la nación con lo de la supuesta lucha “contra la criminalidad”, desde la cumbre palaciega oficial, su silencio es peor y por lo de inquietante.

Recuérdese y tal como hemos dicho en otros análisis políticos de Estado y cuando hemos tocado el tema, es más que preocupante observar, que aquí no existe una atrapada opinión pública con el conocimiento correcto de como actuar y en una situación de peligro y riesgo para la gobernabilidad, en tanto desde el mismo gobierno se prefiere mirar hacia otro lado y mucho mejor, si solo se le busca la vuelta a la probable reelección constitucional de Abinader.

La República pues y de acuerdo con nuestro modo de ver, se encuentra totalmente indefensa y nada resguardada respecto a acontecimiento trágicos que, dependiendo de la ampliación de la actual guerra en Europa, habrían de sorpresivos y de por sí castigadores y con acciones que le den un vuelco no manejable en nuestras formas de como autogobernarnos y lo más grave, que el tiempo se acorta.

Mientras tanto y dejando atrás elucubraciones de cualquier tipo, asomémonos a lo que ahora ocurre en Ucrania. Se descubre, que los misiles estadounidenses patriot no sirven en territorio ucraniano, que Rusia está ocasionando estragos en Ucrania con su poderoso tanque BMPT Terminator y que el ejército ucraniano y con todo el apoyo bélico de Occidente, no ha podido recuperar ni el cincuenta por ciento del territorio que Rusia le arrebató desde que se inició la guerra en febrero pasado. Suficiente para entender, que Ucrania, no es solo el gran terreno de pruebas de nuevas armas, sino el origen de la ampliación de la guerra, pero en el Caribe Central. ¡Que Dios nos asista! (DAG)