¿Una reacción nerviosa ante un planteamiento supuestamente temerario sobre una aparente reunión entre el presidente de la JCE y los señores consultor jurídico presidencial y ministro administrativo de la presidencia?

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Asumamos que sí, que el candidato presidencial del PLD, el alcalde Abel Martínez recibió una información equivocada sobre un supuesto hecho que implica una reunión secreta ente el presidente de la JCE, Román y los dos importantes funcionarios palaciegos, Romero y Paliza.

Entendamos que efectivamente y por las respuestas presurosas y decididamente nerviosas del consultor jurídico queriendo poner en ridículo al candidato presidencial opositor y de paso, enviando un ramplimazo a medios y redes sociales queriendo poner en dudas su libre opinión y en un gesto decididamente desesperado, de esos cuando alguien es agarrado en falta.

Creamos que efectivamente y como dice el ministro Paliza que algunos políticos y candidatos no pueden ser tan irresponsables, que, a su decir, “no se debe jugar con nuestra institucionalidad democrática”.

Pero detengámonos un momento y preguntémonos, ¿no es lo propio del sistema democrático, que todo se discuta libre y ampliamente y mucho más, cuando se trata de altos cargos del Estado y quienes por una u otra razón han creído pertinente guardar una reunión tras bastidores y en momentos que se está en el principio de una precampaña electoral?

Si esto es así y no dudamos de los expresado por los tres personajes aludidos ante la pregunta del candidato Martínez, ¿qué tan terrible y peligroso pudiera ser, que entre esos tres funcionarios, efectivamente se hubiesen reunido y que, ante lo sorpresivo de la misma, el candidato presidencial del PLD y en todo su derecho, hiciera el planteamiento público y precisamente para que se dieran las respuestas de lugar?

En principio, habría que decir que el alcalde Martínez no cometió ningún exceso ni violó ningún ordenamiento legal, al requerirle al presidente del tribunal electoral de primera instancia, que le confirmara o desmintiera sobre la información que le hizo saltar las alarmas.

Todavía más, en muchos sectores dentro del país político, se conoce, que un organismo de la administración pública dependiente directo del Poder Ejecutivo, le otorgó una licencia al presidente Román Jaquez y para que ponga un centro de estudios superiores de su propiedad y para asuntos electorales, ¿no es acaso correcto que el candidato Martínez denunciara una posible reunión “secreta” con los dos altos cargos del Poder Ejecutivo arriba mencionados y bajo la presunción que la misma se correspondía a la cuota de agradecimiento político pendiente por lo del instituto aludido?

Entonces y si hay tal presunción, ciertamente que el cuestionamiento del alcalde Martínez tiene lógica y mucho más, cuando por lo menos, las tres últimas administraciones de la JCE siempre han cojeado de la misma pata y siempre sospechándose de acuerdos turbios con el Poder Ejecutivo en presidencias anteriores y que si se recuerda, ha provocado muchos choques dialécticos entre políticos de todos los partidos y en particular el último, cuando la JCE suspendió las elecciones de mayo y la pospuso para julio de 2020 y que provocó en el entonces candidato presidencial Abinader, un duro llamado de atención al organismo electoral.

Si estos son los parámetros, lógico que el candidato Martínez o cualquier otro, ande como la guinea tuerta, sin nido y siempre al acecho de que se le quiera hacer trampa y que, en nuestro ambiente, absolutamente nadie puede decir que no podría volver a ocurrir.

Para colmos, salen los dos importantes cargos palaciegos a ripostar al candidato presidencial del PLD. Peralta Romero, casi choteando al candidato y como quien no quiere la cosa, emitiendo una sibilina advertencia y casi capciosa a los mass media. Mientras para mayor reperpero, viene el ministro Paliza y pone la duda lanzada por el candidato Martínez con visus de veracidad, cuando dijo y que de suyo es más que escandaloso, que “no juguemos con nuestra institucionalidad democrática”.

Dicho así, con ese desparpajo propio de quien se entiende dueño de la verdad, obliga, a que a razonamiento a contrario, haya que entender que algo de lo denunciado pudo ocurrir y por lo tanto y ante la duda generada, obliga también a que se formulen las indagatorias de lugar por medios, periodistas y sociedad civil.

Si por lo contrario, luego se comprueba que todo fue parte de una escaramuza dialéctica con miras de tantear a la oposición y ver que tan presta está ante cualquier movimiento de ajedrez político que desde los órganos del Estado mencionados se pretendiera hacer, es evidente y por la reacción del candidato Martínez, que a los posibles reunidos el tiro les salió por la culata y por lo que rápidamente se han visto en la necesidad de refutar y al mismo tiempo dando explicaciones y como todos conocemos, en política, lo peor que puede ocurrir es que un alto cargo público o político en campaña tenga que dar explicaciones y simplemente porque por lo que diga, nadie le cree.

Así llegamos a la conclusión de que algo de lo denunciado ocurrió y que al levantar ronchas en un sector opositor de importancia, se puso el grito al cielo y lo que también nos hace suponer, que evidentemente hubo terceros interesados y conocedores de la reunión y quienes a espaldas de Peralta Romero y Paliza decidieron sabotearla.

Las lecciones que se extraen son las siguientes: Que, en el caso del PLD, allí están muy pendientes de todo cuanto se hace en la JCE y que a la primera duda pondrán el grito. De cara a la opinión pública, que sus portavoces, medios y periodistas deben estar más atentos a cualquier tipo de acuerdo secreto o trapisonda que determinados actores públicos quieran hacer y tercero. Que para las elecciones del año que viene, esta nación no resistiría una situación desestabilizadora electoral sorpresiva y como la que ocurrió en mayo del 2020.

Con razón que preguntemos: ¿Una reacción nerviosa ante un planteamiento supuestamente temerario sobre una aparente reunión entre el presidente de la JCE y los señores, consultor jurídico presidencial y ministro administrativo de la presidencia? (DAG) 05.11.2023