En razón de la enorme impopularidad del régimen, las opciones de represalia de Irán por el asesinato en Teherán del jefe político del Hamás, Ismail Haiyeh, son ‘limitadas’, dice a RFI Ana Belén Soage, profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad CEU San Pablo (Madrid). Este asesinato y el del jefe militar del Hezbolá Fuad Shukr en Beirut demuestran el ‘alcance de los servicios secretos israelíes’, así como ‘la temeridad del gobierno’, agrega la especialista en Medio Oriente.
¿Quién era Ismail Haniyeh dentro del Hamás?
Era uno de los más altos cargos, jefe de su oficina política. Fue primer ministro después de la victoria de Hamás en las elecciones de 2006. Era uno de los líderes históricos de la organización. Era considerado relativamente moderado porque se había mostrado a favor de las negociaciones que condujeron a la creación de un Estado palestino en las fronteras de 1967, lo cual implica el reconocimiento del Estado de Israel. En cambio, otros líderes de Hamás como Khaled Mashal, reclamaban todo el territorio del mandato británico en Palestina.
¿Es posible considerarlo un «moderado» después de haber visto imágenes de Haniyeh rezando de rodillas delante de una pantalla donde se difundían imágenes del atentado terrorista de Hamás contra civiles israelíes el 7 de octubre?
Esto era de esperarse de un líder de ideología islamista que pone su confianza en la intervención divina y, sobre todo, que utiliza esa retórica para galvanizar a sus seguidores. En cualquier caso, no debemos olvidar que, más allá de la retórica, ese ataque tenía un objetivo político, que era devolver la atención internacional a la cuestión palestina después de años de relativa calma en los territorios ocupados y de normalización de las relaciones entre Israel y varios países árabes más o menos cercanos a Occidente.
Ismail Haniyeh fue asesinado por Israel en pleno Teherán, a donde había viajado para las ceremonias de investidura del nuevo presidente iraní Massud Pezeshkian y después de haber saludado al líder supremo, Alí Jamenei. ¿Qué piensa de este ataque?
Es una afrenta clara a la soberanía iraní y muestra el alcance de los servicios secretos israelíes. En los últimos años ha habido multitud de ataques dentro de Irán, especialmente contra objetivos de la Guardia Revolucionaria Islámica, entre otros, asesinatos de científicos que trabajaban en el programa nuclear iraní. Pero este ataque contra un invitado del régimen de tan alto perfil es un auténtico bofetón ante el cual Irán deberá tomar represalias para mantener su credibilidad.
¿Cuál puede ser la magnitud de la respuesta?
Hay dudas sobre ello. Por un lado, el régimen no desea una escalada militar que ponga en peligro su supervivencia, que es su prioridad, más allá de la retórica. El régimen es muy consciente de que es muy impopular. De hecho, acaban de permitir la elección como presidente de un político relativamente moderado, Massud Pezeshkian, quien durante la campaña declaró que deseaba reabrir negociaciones con Estados Unidos. De manera general, establecer buenas relaciones con los países occidentales. Haniyeh estaba precisamente en Teherán para su investidura. Este nuevo ataque israelí hace más difícil la tarea de los partidarios de la apertura y refuerza a los halcones. Pero más allá de eso, las opciones de Irán son limitadas.
Israel también asesinó al jefe militar de Hezbolá, Fuad Shukr, en Beirut. Ha sido un doble asesinato en el lapso de pocas horas. ¿Pueden ser estos asesinatos la chispa de la temida escalada regional?
Estos asesinatos muestran una gran temeridad por parte del liderazgo político israelí, si bien el asesinato de Ismail no ha sido confirmado. En cambio, el de Fuad Shukr sí fue confirmado. Shukr era una de las principales figuras de Hezbolá, muy cercano a Hasan Nasrallah, el líder de Hezbolá. Y a pesar de los múltiples ataques a ambos lados de la frontera desde el 7 de octubre, este es el primer ataque de Israel contra un objetivo de Hezbolá en Beirut, aunque en enero asesinó allí a otro líder de Hamás.
Estados Unidos niega su participación en estos ataques, pero, ¿cree usted que los israelíes se atrevan a actuar sin el consentimiento de Washington?
El gobierno israelí ha sido criticado en los últimos tiempos tanto por los servicios de inteligencia como por el ejército en razón de estas políticas tan arriesgadas. Y tiene en su contra a gran parte de la opinión pública, como lo muestran las constantes manifestaciones contra el gobierno en las principales ciudades. Pero Netanyahu y su gabinete parecen pensar que el apoyo de Washington es suficiente. Y lo cierto es que, a pesar de las críticas de Joe Biden a ciertas acciones israelíes, Estados Unidos ha continuado siendo el principal apoyo internacional de Israel. Y probablemente Netanyahu cuenta con una victoria de Donald Trump en las elecciones de noviembre y que ese apoyo continúe y se refuerce bajo Trump.
Israel está corriendo el riesgo de abrir dos frentes simultáneamente. ¿Piensa usted que es el mejor momento para hacerlo? cuenta con el visto bueno de Washington y otros gobiernos occidentales para hacerlo?
Los gobiernos occidentales están muy preocupados ante una posible escalada que no desean y son cada vez más abiertamente críticos de Netanyahu y de su gobierno. Incluso Estados Unidos, presionado en parte por las bases, incluyendo las bases judías que tradicionalmente apoyaban a Israel de forma más o menos incondicional. Pero, como comentaba, existe una gran incertidumbre ante el resultado de las elecciones estadounidenses, en las que es muy posible que gane Trump, que es bastante imprevisible.
Fuente: Hoy
