Una joven trabajadora de 22 años que prestaba servicios en un plantel del Greater Southern Tier BOCES, en el norte del estado de Nueva York, terminó esposada luego de que la Oficina del Sheriff del condado de Chemung confirmara que durante tres meses mandó imágenes explícitas a un estudiante de apenas 14 años. La investigación arrancó el 9 de junio, cuando un oficial escolar recibió la primera queja y activó al Departamento de Investigaciones Criminales.
Según la revista People, Anamaria Milazzo fue arrestada el lunes 16 de junio y enfrenta dos cargos diseminación de material indecente a menores en segundo grado un delito clase E y poner en peligro el bienestar de un menor, considerado un delito menor en Nueva York. Tras su detención recibió un appearance ticket y deberá comparecer ante la corte de Wellsburg en los próximos días.
Qué dice la ley y por qué la dejaron libre
Bajo la Sección 235.21 del Código Penal de Nueva York, un delito clase E por difundir material indecente puede costarle hasta cuatro años de cárcel y multas de 5 000 dólares, además de hasta tres años de supervisión posterior. Sin embargo, la reforma de fianzas sin efectivo vigente desde 2020 permite que la mayoría de los acusados por este tipo de felonías salgan sin pagar dinero, siempre que firmen la citación judicial, lo que explica la rápida liberación de Milazzo.
Un problema que va en aumento
El caso no es aislado. El Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC, por sus siglas en inglés) reveló que durante 2023 su línea CyberTipline recibió más de 36 millones de reportes de posible explotación sexual infantil, un incremento del 12 % en un solo año. Lo más alarmante: los informes urgentes, donde la vida de un menor corre peligro inmediato, crecieron 140 % en ese mismo período.
Riesgos digitales y deberes de las escuelas
Expertos en ciberseguridad infantil señalan que la pandemia consolidó el celular como “el recreo virtual” de muchos chicos. Cuando ese espacio se mezcla con un desequilibrio de poder profesores, entrenadores o personal no docente el riesgo de grooming y sextorsión se dispara. Los distritos escolares en EE. UU. están reforzando la formación sobre “fronteras digitales” y actualizando protocolos: desde revisiones de antecedentes más estrictas hasta monitoreo de comunicaciones en plataformas institucionales.
Mirada local
Para las autoridades dominicanas, el caso sirve de campanada aquí todavía no existe una línea única de denuncia como la CyberTipline ni tipificaciones tan específicas para el envío de contenido sexual a menores desde un puesto de confianza. Legisladores y ONG piden armonizar el Código Penal dominicano con convenios internacionales sobre abuso infantil en línea.
Lo que viene
Mientras Milazzo espera su audiencia, la fiscalía evaluará la evidencia principalmente los mensajes e imágenes incautados del teléfono y podría sumar cargos si se prueba un patrón de acoso o grooming. De hallarse culpable, aunque la pena máxima sea de cuatro años, los jueces suelen imponer programas de rehabilitación y registro obligatorio como agresora sexual, sanción que la acompañaría de por vida en EE. UU.
