Con el propósito de obstruir las investigaciones y destruir las evidencias, los 11 policías imputados de homicidio voluntario en La Barranquita, provincia Santiago, no solo se llevaron los videos de cámaras de seguridad de los negocios de la plaza comercial y los predios donde ocurrió el hecho.
Según el Ministerio Público en su solicitud de medidas de coerción contra los agentes, el 10 de septiembre de 2025, el día que se produjeron los supuestos asesinatos, los uniformados también se llevaron los celulares de civiles que grabaron los acontecimientos.
El documento indica, además, que los imputados quienes están adscritos al Departamento de Investigación de Crimen Organizado y Casos Complejos de la Policía Nacional, en Santo Domingo, «se dirigieron hacia la ciudad de Santiago de los Caballeros a realizar un operativo sobre el supuesto caso de tráfico de armas que llevaba dicho departamento en curso».
Una vez, llegaron a Santiago, se dirigieron hacia la Subdirección Regional de Investigación, Policía Nacional, en esa ciudad cibaeña, , miembros adscritos a la Dirección Central de investigaciones Criminales en Santiago, específicamente en el parqueo donde están establecidas las oficinas Dirección Central de investigaciones Criminales (Dicrim) para coordinar el «operativo«.
Esa labor fue informada a los testigos como un operativo contra una presunta banda que planificaba un atraco. «De lo que se salvó», le dijeron algunos agentes a varios civiles luego del hecho, según la solicitud del órgano acusador. (HOY-OJO)