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Bomba de Tiempo: Es el mismo Abinader y su Gobierno del PRM-Competitividad el que irracionalmente está provocando la ingobernabilidad. Mientras en toda la República ya hay muchos pidiendo su derrocamiento y al tiempo que la narco política lo penetra

En la política del poder, hay casos en los que es normal que desde el gobierno se provoque una que otra calculada insensatez y con ánimo de táctica y para confundir tanto a amigos como adversarios, pero lo que estamos viendo que en el gobierno están haciendo y con este asunto de prácticamente desafiar a la atrapada opinión pública, es ya de una temeridad más que tremenda.

Abinader luce y actúa con la arrogancia propia del ignorante que mal cree que a la nación se la desafía y provoca y que en su ingenuidad, considera que su actitud no provocará consecuencias, mientras de contrapartida, a nivel popular, pero básicamente de clase media en las redes sociales, la irritabilidad más encendida se está presentando y con un ánimo, que si fuéramos las autoridades, estas deberían de comportarse con suma cautela.

Solo hay que ver la palma de fuego que de unos días a esta parte desde la presidencia del Indotel, su incumbente está provocando y con el desenfado propio del temerario desesperado, que ve, que los errores de su presidente podrían provocarle y nos referimos a Guido Gómez Mazara, que no pudiera tener puntos a favor para lograr su improbable candidatura presidencial para las elecciones del 2028.

Al mismo tiempo, gente de muy malas pulgas dentro del mismo gobierno, se muestran alertas y vigilantes de los pasos del político de izquierda, más bien y si nos llevamos de los parámetros estadounidenses, filocomunista y a quien para su mortificación, le persigue como una sombra ominosa el registro de su malogrado padre, dirigente comunista de prácticas terroristas y de guerrilla urbana cuando la Guerra Fría, Maximiliano Gómez, el moreno y quien fuera asesinado en el exilio en Bélgica…por un individuo de su propio entorno que atendía instrucciones de la CIA.

Si a lo anterior, le agregamos el estallido de “alerta y vigilancia” de un Washington donde reina el presidente Trump y ahora monitoreando todo lo relativo al narcotráfico en el área geopolítica…pero con suma atención al “modelo dominicano”, de narcos en posiciones destacadas dentro del Estado Dominicano, sobre todo en el Poder Ejecutivo como en el Poder Legislativo, bien que se podría decir y con todo y las risitas y aspavientos de amistad y colaboración que se le prodigan a Abinader, que parecería y como decía el líder empresarial de los años 60 y exdirector del Control de Precios, Adriano Gómez Rodríguez, que al gobierno “le están pisando sus mágicos semblantes” y no de buena forma por los resultados que se están viendo.

Pero sobre este particular también está lo otro y que es el estigma generalizado de todo el aparato político partidario: La complicidad abierta y absoluta de un liderato político y encabezado por los tres expresidentes y en orden de importancia en esta materia:  Hipólito Mejía, Leonel Fernández y Danilo Medina y estamos hablando desde el año 2000 a la fecha, pues ha sido continuo y ahora, superándoles si cabe, el presidente Luis Abinader.

Cuando esta realidad objetiva se analiza con frialdad, es lógico asumir que este país se encuentra encima de un barril de pólvora o más bien bomba de tiempo y mucho más, si el abanico de acciones objetables se amplía al empresariado y mundo financiero y partiendo de la práctica abusiva del lavado de activos y con implicaciones directas de capos de la droga, ocultos en negocios y hasta en las directivas de agrupaciones deportivas, en beisbol cómo en el futbol y que son las puntas de lanza de esta especie de tsunami de la corrupción a gran escala que abate a la República.

En un ambiente tan enrarecido, donde hasta los principales medios de comunicación y de información de masas y en particular los escritos, son cómplices abiertos de la delincuencia desde el poder, que no sea nada  extraño observar, que el ánimo de la gente y nos referimos, el querer derrocar a Abinader, su gobierno y partido y sus socios en Competitividad, está dando demostraciones nada tranquilizadoras y en cuanto a que contra lo que pudiera suponerse, en este país se está gestando una poblada de esas de tierra arrasada, que cuando estalle, habría que atreverse a decir que sería un milagro que algo pudiera quedar en pie.

Lo fantasmagórico, es observar como el mismo Abinader y con su petulancia y desdén y que creemos, que tal conducta y ánimo aumenta en la medida que su cuadrilla de asesores y consejeros, cerca de 500 pagados por los contribuyentes y con ese abusivo culto hacia su personalidad que propagan, realmente está creyéndose que él tiene todo bajo control y lo que no es así.

¿En qué nos fundamentamos? En ese odio y rabia sordos que ahoga a no menos cuatro millones de personas que están bajo la línea de pobreza y los otros cuatro millones quienes ahogados por las deudas, ya están bajando y aceleradamente de alta clase media a pobre, más y en paralelo, ese incremento demencial de la criminalidad, que de social y con ramificaciones policiacas, está pasando a unos niveles por el que pocos dominicanos no se encuentran seguros.

Y que es el “ingrediente” que faltaba y para que el día menos pensado pueda darse un desmadre por el que desde la ciudadanía, ya no haya para nadie y todo se coloque patas arriba, ¿y qué es lo que más tememos?, que de estallar la presente crisis social, una parte del sector militar y otra del policial y asqueados sus miembros por la pérdida del nivel y calidad de vida y opuestos a más por la corrupción desde el poder que comprueban diariamente en la mayoría de sus superiores, que den rienda suelta y apoyo al levantisco ánimo social que por donde quiera que se va, se siente y se respira.

Abinader debería declarar un estado de emergencia económica y social, no permitir la loca carrera electoral a destiempo que propicia el PRM, ser más transparente en su gestión y quitarse de encima a todos los individuos identificados con el narcotráfico y la corrupción que están en su gobierno como en el Poder Legislativo y si es que en definitiva quisiera terminar su mandato. ¿no lo hace?, entonces que Dios nos agarre confesados.

Consecuentemente, solo agregamos que se está casi dentro de una bomba de tiempo: Es el mismo Abinader y su Gobierno del PRM-Competitividad, el que irracionalmente está provocando la ingobernabilidad. Mientras en toda la República ya hay muchos pidiendo su derrocamiento, al tiempo que la narcopolítica lo penetra. Con Dios. (DAG) 18.10.2025

imagen: Nuevo Diario

última actualización: 04:12 pm.

 

 

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