InicioECONÓMICASLas mujeres que siembran café en busca de un desarrollo sostenible

Las mujeres que siembran café en busca de un desarrollo sostenible

Un grupo de 12 mujeres de la comunidad de Sabaneta en el municipio San José de las Matas, provincia Santiago, apuestan a crear fuentes de trabajo en su misma localidad y mantener la vegetación de la zona a través de la producción de café.

“Aquí sin el café no tenemos vida”, declara Sandra M. Estrella, presidenta de la Asociación de Mujeres ProDesarrollo de Sabaneta (Asomuprodesa), previo a rememorar junto a sus compañeras los inicios de la loable iniciativa que llevan a cabo a través de esta organización.

La historia

Cuentan que el proyecto comenzó en 2013 con la creación de la asociación para hacer frente a la crisis que enfrentaban los agricultores tras la propagación de la Roya del Café (Hemileia vastatrix), un hongo que erradicó sus plantaciones del grano y los motivó a cortar grandes cantidades de árboles para hacer conucos que les permitieran sembrar otros productos. Sin embargo, la desforestación habría hecho desaparecer el agua de la zona y los nuevos productos no prosperaron.

“En ese momento vinieron unos técnicos del Instituto Dominicano del Café (antiguo Consejo Dominicano del Café) y yo le dije a uno de ellos: ustedes van a tener que buscarle una solución a esto y traernos una variedad de café que sea resistente a la Roya, porque aquí sin café no podemos vivir y menos sin agua”, detalla Zeneida Pérez, miembro de Asomuprodesa.

Y seguidamente añade: “Ellos nos dijeron que sí, que había una variedad de café llamada ‘Catimor’ y comenzaron a traernos esas semillas y empezamos a germinarlas a campo abierto”.

Su compañera, María Antonia Fernández, sostiene: “para nosotras fue una emoción grande ver que los hombres se unieron a nosotras para poder sembrar esa planta que tanto necesitábamos para el sustento de nuestras familias y nuestra comunidad”.

No obstante, Zeneida destaca que el mayor orgullo es: “Después de estos trabajos ya tenemos agua, tenemos reforestación, tenemos café y estamos saliendo adelante”.

Logros

Hoy día las mujeres de Sabaneta germinan la semilla de café para proporcionar plantas a los agricultores, cosechan el café y lo venden. Al tiempo que organizaciones nacionales e internacionales le han capacitado y están en condiciones de elaborar derivados como jabón de café.

Su labor le ha merecido galardones y reconocimientos. El más reciente fue en el marco del 25 aniversario del programa Donativos Ambientales Ford (DAF), la compañía automotriz escogió a Asomuprodesa entre los seis proyectos comunitarios ganadores de su edición 2025. Estos resultaron premiados con $85,000, distribuidos para impulsar acciones que promuevan la conservación ambiental, la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible en la región.

“A través de los trabajos que venimos haciendo, uno ha podido ir ahorrando y de 50 en 50 y 25 en 25 yo pude juntar diez mil pesos para la remodelación de mi casa y eso para mí fue un logro muy grande”, resaltó Lidia Diloné, otra de las laboriosas mujeres de Asomuprodesa.

Desafíos

Los desafíos ahora son otros, ya que en 50 tareas de tierra que cultiva la asociación a penas cosecha unos 10 quintales de café, ante la falta de recursos para proveer a las plantas y la tierra de los fertilizantes y cuidados necesarios.

Además, la carencia de una infraestructura física que albergue las máquinas industriales que requieren para procesar el café, ha impedido que las mujeres sean beneficiadas de un proyecto aprobado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura para proveerles las maquinarias.

“Nosotras debemos de hacer el almacén, pero no tenemos los recursos. Desde que podamos hacerlo vamos a tener todas las maquinarias y, cuando eso suceda, vamos a poder buscar todos los permisos que necesitamos para vender el Café Artesanal Mimín”, establece Zeneida Pérez, quien se apresura a señalar: “La idea de vender el café es para que las mujeres de la zona tengan un empleo en la misma comunidad y que los jóvenes también puedan tener un sustento y no tengan que irse a las ciudades”.

La técnica de cultivo de café bajo sombra de estas humildes mujeres hace que su labor trascienda la necesidad de producir riquezas de manera sostenible en su misma localidad, dado que tiende a mantener la biodiversidad de la localidad, un trabajo que preserva la calidad de vida de la nación. (EC-jg / OJO)

 

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