A principio de semana se había dicho que el presidente Luis Abinader saldría al exterior en viaje rápido a una cumbre climática en Brasil, pero desde ayer nadie conoce de su paradero, mientras su esposa está de lo más despreocupada y hasta ofreciendo declaraciones sobre asuntos de esos comunes y que obligan a titulares periodísticos para ciudadanos que no hacen nada y quienes siempre están descreídos.
Si este fuera el caso, de que salió al extranjero. No se entiende el por qué lo hace clandestinamente y que de ser cierto, evidencia su desprecio hacia una atrapada opinión pública, la que y porque su aparato de propaganda la controla, parecería que considera inútil dar explicaciones sobre sus actividades públicas u oficiales.
A esta tarde supimos, que el primer mandatario está en el país, que presidió un acto fúnebre en el Panteón Nacional en honor de un hijo de la oligarquía cibaeña de los años veinte del siglo pasado y que el martes, recibirá en audiencia oficial a la gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul (OJO-jj)





