Si se analiza con seria objetividad, lo necesario de que desde ahora la futura campaña electoral de cara a las elecciones generales de 2028, se le despoje de todo tipo de situación equívoca que pudiera hacer creer que sus resultados serían fraudulentos y tal como ocurrió en los comicios del 2020, en donde el candidato presidencial ganador llegó a la carrera electoral en base a los aportes económicos del narcotráfico y luego en las del 2024, el mismo candidato logró su repostulación en base a los dineros de los contribuyentes sustraídos del presupuesto nacional y repitiéndose de nuevo el fraude electoral.
Se tendría, que la institución que debió de supervisar correctamente los dos comicios y comenzando por analizar exhaustivamente el origen de los candidatos a todos los cargos electivos y en particular a los presidenciables, de una u otra forma, fue cómplice de los dos fraudes consecutivos.
Para el 2020 fue la Junta Central Electoral (JCE) y desde su presidencia y con apoyo de su departamento técnico, el que suspendió los comicios el mismo día de su realización y ya las urnas teniendo tres horas de abiertas y con el burdo pretexto de que había una supuesta dislocación en el padrón electoral que se reflejó en el desorden al exponerse las boletas al uso.
Ese entrampamiento, facilitó que el partido opositor que la propaganda de esa candidatura decía que las ganaría y nos referimos a Luis Abinader y su partido Revolucionario Moderno (PRM) aprovechara el supuesto dislocamientos de listados y para que días después y al repetirse los primeros comicios y luego continuar con otros y candidatos de ese partido, estos se impusieran abrumadoramente y gracias a que el efecto propaganda de sus parciales y la complicidad de la mayoría de los medios tradicionales de comunicación que le hicieran el juego, logró embaucar al electorado y acobardar al presidente y gobierno del PLD, que perfectamente y sabiendo que el narcotráfico era el motor que financiaba a los candidatos del PRM, pudo perfectamente convencer a la ciudadanía de qué era lo oculto que había en tal suspensión.
Así mismo y con las elecciones del 2024 pasó otro tanto, pero ya con capos del narco fungiendo como legisladores, alcaldes o regidores y el gobierno reeleccionista, lanzando la más atrevida como sucia campaña de compras de votos al mejor postor e involucrando más de 20 mil millones de pesos del presupuesto público y enfrentado a una oposición que no fue tal y la que más bien se acomodó a la situación y mucho más, sabiendo que tenía encima a la mayoría de los medios tradicionales y conociendo que como ocurriera en las elecciones del 2020, ahora las redes sociales se volvieron esquizofrénicamente a favor de Abinader y el PRM y todo el mundo sabiendo que el gobierno reeleccionista había utilizado unos diez mil millones de pesos para lograr y mantener el apoyo mediático.
Cuando estas situaciones se miran o analizan retrospectivamente, necesariamente hay que llegar a la conclusión, de que ni al gobierno y ahora también reeleccionista y a su partido, por ningún concepto, se podría permitir que para el 2028 impusiera otro triunfo electoral y en el que como nunca y por lo que ha trascendido, narcotraficantes y el bandolerismo empresarial y el mediático, parecería que se irán y sin importar el qué dirán, a brindar un apoyo abrumadoramente fuera de lo común para que los candidatos y el partido del narco, como se conoce al PRM, pudieran volver a afectar la libertad de escogencia de los electores.
En este sentido, creemos que hay que prestarle la debida atención a las alianzas partidarias para fines electorales, pues si estas se harán con el PRM y con el acuerdo de brindarle impunidad si este perdiera los comicios y que es lo que parecería, cuando se conoce sobre el rumor más que creíble, de que el PLD iría en alianza con el PRM para la candidatura a la alcaldía capitaleña, que entonces haya que plantear, que ese tipo de alianza debería de ser examinada exhaustivamente y no solo por la JCE y sí por instituciones de la sociedad civil como la Red de Observadores por la Institucionalidad (ROI), pues lo último que se pudiera aceptar fuera, que partidos opositores quieran y junto a medios de la prensa corrupta y corrompida financiada por narcos y lavadores de activos, de pretender “limpiarle el rastro”, a un partido, que como el PRM se le considera extremadamente corrupto y desacreditado al ser presumiblemente un aliado de narcos.
Pero hay otro punto. Sobre la probabilidad de alianza electoral entre el PRM y el PLD y mencionándose como candidata común a la alcaldía distrital, de la exvicepresidenta, Margarita Cedeño, (Margarita María Cedeño Lizardo-60 años) una política de intachable prestigio y prendas morales y con la suficiente calidad para encabezar por sí misma la boleta presidencial del PLD.
A lo que los muchos que la respaldan, entienden, que ella debe medir fuerzas a lo interno del partido morado, pues se conoce, que el anillo de los inescrupulosos y millonarios miembros directivos y con énfasis en el comité político, quieren para esa candidatura a uno de los suyos y como también se entiende que el enfermo presidente de la formación política, el expresidente Danilo Medina, duda en cuanto a si apoya o no a Margarita, que entonces, la exvicepresidenta se agencie un sector externo que le sirva de contrapeso frente al comité político peledeísta y de la batalla por la candidatura presidencial y sabiéndose, que ahora mismo y desde el momento que se lanzara a la candidatura, no menos del 30 % de los peledeístas la apoyarían.
El reparo que hacemos sobre alianzas que incluyan al PRM, vale para todas las formaciones políticas, orgánicas o no y esto así, porque para las elecciones del 2028, no solo habrá un 25 % del electorado joven, casi cuatro millones de electores, sino que el voto femenino representa no menos 3 millones de damas sufragantes y que ante proceso tan peculiar, Margarita y como candidata presidencial, perfectamente que podría dar la pelea y aun cuando por la FP esta lleve de candidato presidencial a su ex esposo, el falsémico de Leonel Fernández, ahora víctima de una campaña de descalificaciones por parte del PRM, que paradójicamente y a la larga, le pasaría factura y lo recalcamos, pues toda alianza entre partidos que incluya al PRM, sería un asunto suicida y casi delincuencial y esta penosa imagen, la avalan los desastres de gobiernos que el PRM todavía está haciendo y en lo que Margarita nunca podría verse ni comprometida y mucho menos involucrada.
Obligándonos a advertir, que toda alianza electoral que pase por darle impunidad al PRM, jamás se podría aceptar y por ser un reflejo de traición a la ciudadanía. Con Dios. (DAG) 14.11.2025
última actualización: 11:00 am.





