Decididamente, los dominicanos que vivimos en República Dominicana y valga la redundancia, de buenas a primeras tenemos un enemigo sorpresivo e hijo de nuestros inmigrantes de los años sesenta y siguientes en EEUU y quienes ahora, creídos de que viven mejor, respecto a quienes vivimos en nuestra patria, esos inmigrantes se nos han convertido en el enemigo oculto en nuestro propio país. No solo que nos han traído sus pésimas costumbres, sino también esa huella genética criminal de ellos mismos y contaminando la vida nacional.
Entre ciudadanos dominicanos e hijos suyos nacidos en EEUU, son alrededor de unos tres millones de personas y teniendo en el territorio nacional unos 500 mil que propiamente NO son dominicanos y sí estadounidenses de origen dominicano, quienes viven aquí supuestamente como “retirados” y en la mayoría de los casos, con la misma inconducta: Mal educados, prepotentes, drogadictos la mayoría y con un resentimiento personal tan acusado, que se han llegado a creer que son supra ciudadanos y porque se dicen que son “americanos”.
Lo primero que hacen y siendo la mayoría trabajadores de fábricas o bodegueros y dueños de salones de belleza…o expulsados de EEUU por delincuentes, es comprar casas y apartamentos en barrios de clase media y bien lejos de los barrios populares en donde vivían o en los que sus familiares siguen viviendo.
Llegan y atropellan a sus vecinos como música a alto volumen y de hablar en un tono de voz desafiante y desde luego, casi vistiendo desnudos y los más atrevidos mostrando a las claras que son tecatos, es decir consumidores de drogas ilícitas y descaradamente mostrando en su comportamiento nada civilizado, que son miembros de algún grupo mafioso y naturalmente, exhibiéndose con armas a la cintura y de ellos el origen de la ola criminal imperante y el nuevo tipo de sicariato.
La mayoría traen a sus hijos, peores en comportamiento y mala educación que sus padres y los inscriben en colegios de clase media alta y como la otra demostración de que tienen dinero “para comprar lo que sea” y rápidamente, la mayoría conforma carteles de delincuentes en los barrios en donde capitalizan los puntos de drogas.
En pocas palabras, son lo peor de lo peor y con una muestra de resentimiento social tan agudo, que donde se posicionan para vivir, los indicadores de delincuencia e ingesta de drogas aumentan en una proporción no acostumbrada para quienes vivimos en el territorio nacional.
Crean y organizan su propio entorno social…pero en los barrios populares donde nacieron y marcando el paso en materia de teteos, desórdenes barriales, alto consumo de alcohol y arrastrando un escalofriante indicador de asesinatos y asaltos de todas clases y hasta llegar a su representación más bastarda y chocante, de esos programas en las redes sociales y you tube de telerrealidad, donde la inmoralidad y el desorden amoral campea por sus fueros y mostrando ese otro indicador de violaciones sexuales de todo tipo.
Quién los ve, de inmediato se da cuenta de que reeditan la misma vida licenciosa y de desorden que conocen en el alto Manhattan en Nueva York como en el Bronx y al extremo, de haber creado una especie de contracultura de la que no hay gente decente que no rechace.
De esa manera, han penetrado en la vida social de las ciudades dominicanas donde viven y también replicando y con mayor soltura las vidas de delincuentes que la mayoría viven. Por eso, detrás suyo está la práctica criminal de falsificarlo, todo, explotar ancianos por medio de transmisiones telefónicas en internet en las que los estafan a más no poder, igual que conforman células de sicarios y cuando se viene a ver ya andan como pedro por su casa por los cuarteles policiales que les brindan impunidad total a sus fechorías y al mismo tiempo haciendo ver «lo sano» de engañar al Medicare o convertirse en bandas de mal nacidos, afectando hasta la seguridad nacional.
En realidad, se dicen dizque “dominicanos”, pero aquí son extranjeros estadounidenses de origen dominicano y para colmos se atreven a decir que porque envían cada año remesas a sus familiares por un monto de diez mil millones de dólares, ellos supuestamente «mantienen» este país y olvidando y de azarosos, que los dominicanos en el territorio nacional y por nuestro trabajo, ya hemos llegado a producir 125 mil millones de dólares como producto interno bruto (PIB)
Sin embargo, saben y con todo que legalmente sean “americanos”, que en su patria adoptiva casi nadie los quiere y por tramposos y porque protegen a 200 mil inmigrantes ilegales criollos, de los que una fracción son vendedores de drogas al detalle en las calles de la parte alta de Nueva York.
Precisamente porque solo saben vivir en desorden e inmoralidad, viven al salto de la pulga y siempre ojo avizor por sí inmigración los persigue o apresa por sus ilegalidades y que es la razón, de que ahora en el congreso federal estadounidense hay un fuerte movimiento de opinión, para crear una ley que prohíba, que nadie tenga doble nacionalidad y que de suceder, deberán elegir entre ser ciudadanos de su patria adoptiva o de nacimiento o devolverse a su nacionalidad original. Y que es la razón del porqué de los constantes fraudes electorales que se suscitan en nuestras elecciones y al pasarse como dominicanos aprovechando la ley de doble nacionalidad y cuando legalmente no lo son.
Mientras tanto, todos viven en lo que llamamos la república de los Dominicanyork Republic (DI-AR), que nada tiene que ver con nuestra República Dominicana y lo que nos hace pedirles a los dominicanos, que sepamos diferenciarlos de nosotros y siempre recordándoles que son dominicanyork y siempre clasificándoles con el mote despectivo, de “di-ar”.
Y lo que debe hacerse y para que sepan que no son de aquí, que son extranjeros de origen dominicano y que muchos no los queremos aquí y mucho más, cuando en su estupidez y cretinismo y absurda soberbia, esa gente aboga por que nuestro país desaparezca como nación libre y soberana y se fusione con EEUU como estado asociado de la unión americana y que es la razón para que digamos, que en los hechos, son los peores enemigos de nosotros los dominicanos y a quienes hay que vigilar todo el tiempo, porque cuando se les ve en las calles y residenciales de clase media, de lejos se nota que son nuestros enemigos y de malagradecidos nos desprecian y porque encima son unos grandes acomplejados.
Desde luego, no decimos que todos los dominicanyork sean como los que hemos descrito, pero ciertamente que son una mayoría que ha dañado la buena imagen de la inmigración dominicana en EEUU y también en el resto del mundo y lo que no se puede ocultar.
¿Se entiende el por qué decimos, que solo quienes viven en Dominicanyork Republic (DI-AR) es que se les ocurre decir, que los 10 mil millones de dólares que envían a sus familias, son mucho más que los 125 mil millones de dólares, que producimos por año los dominicanos y como PIB? Con Dios. (DAG) 05.12.2025
última actualización: 10:34 am.
