Toda esta acción delincuencia y criminal continúa iniciada por el gobierno del presidente Donald Trump. Se sustenta en el criterio y premisa errados de ese presidente. Quien entiende, que la ley de su país que norma la propiedad del subsuelo y que especifica que si se es propietario del suelo, también lo es del subsuelo, Trump ha querido hacer valer en todo otro país en donde haya empresas estadounidenses y siendo de paso un nuevo concepto político para marcar un tipo atrevido de extraterritorialidad a favor de Washington con relación a los terrenos en los que sus empresarios han construido sus empresas y la que difiere radicalmente con la ley de todos los países latinoamericanos y caribeños, que especifica, que el ser dueño del suelo, no significa, que también lo sea del subsuelo, y porque este es propiedad absoluta e inalienable de la nación.
Para que se entienda, es como si de pronto, desde EEUU se nos dice a los dominicanos, que los terrenos de Casa de Campo y los de cultivo de caña de azúcar del central Romana, por ser propiedad de una corporación estadounidense de origen cubano, Trump los entiende como parte del territorio de EEUU y en base a ese criterio tan distorsionado, asume que los mismos se constituyen en parte de Estados Unidos y por lo cual, la soberanía de la República Dominicana ha sido usurpada a favor del Estado yanqui.
Y que es exactamente lo que ha estado ocurriendo en Venezuela con los tanqueros petroleros que Washington acaba de robarse y al entender Trump que lo hace en razón de que ese petróleo se encuentra supuestamente en terrenos de propiedad de inversionistas estadounidenses a los que Venezuela y en el gobierno adeco del presidente Carlos Andrés Pérez, había expropiado y recuperado de vuelta para su país después de años de explotación estadounidense.
Ni que decir que la monstruosidad jurídica que EEUU está perpetrando y en una renacida política de piratas, que hasta ahora la comunidad internacional se ha demorado en hacerle frente, sin duda que deparará una fuerte guerra en el Continente, que para los efectos, le será peor en resultados para EEUU, que la gran derrota experimentada en Viet Nam cuando la guerra fría.
Añádase a la irregular como grave situación, que el gobierno de Trump tiene tres meses haciendo que sus barcos de guerra bombardearan 100 supuestas “narcolanchas” y asesinando mediante ejecuciones extrajudiciales a más de cien personas que se encontraban en esas lanchas y a las que Trump calificó de “narcoterroristas cuyo objetivo es venir a EEUU a asesinar estadounidense”.
Y todo, para esconder dos situaciones: 1-Qué el pueblo estadounidense es el mayor consumidor de drogas naturales o de laboratorio y desde marihuana, cocaína, morfina y ahora fentanilo del mundo y 2- Porque a Trump se le ha metido entre ceja y ceja que debe impedir a como de lugar, que Rusia y China Popular hagan negocios en el Continente y porque los estrategas yanquis asumen, que en ninguna parte de Latinoamérica y el caribe pueden esos países o cualquier otro fuera del Continente Americano, hacer negocios, pues para el estadounidense, todos estos países son neocolonias de EEUU.
Situación que nos lleva y dado que el Congreso Federal ni la Suprema Corte de Justicia, ninguno se ha pronunciado condenando el exceso de poder de Trump, al resto de las naciones del planeta a que deben de entender que las acciones piratas de Trump están avaladas por ambas instituciones y por lo tanto, obligando a que la comunidad internacional entienda, que EEUU ha declarado una guerra abierta de pretensión colonialista y a la que necesariamente hay que parar en seco y radicalmente si es necesario.
De ahí que de acuerdo a nuestras fuentes en Caracas, Bogotá y Ciudad México, la respuesta latinoamericana que ya se está analizando por parte de geo estrategas especializados en crisis entre países, que y en principio, bien que pudiera darse una respuesta suicida, de ordenar que desde el momento que tropas estadounidense pretendan ocupar otro carguero petrolero, se disponga su autodestrucción y como advertencia de que el Continente está decidido a librar una guerra amplia y sin importar cuantos mueran o cuantas naciones sean afectadas.
La otra respuesta que se está negociando, es que una fuerte mayoría de países latinoamericanos y caribeños, retiren al unísono sus embajadores en EEUU y al tiempo que sus cancillerías rompan relaciones diplomáticas, consulares y comerciales con EEUU.
En tanto la tercera respuesta, tiene que ver con “operativos “terroristas latinoamericanos y caribeños accionados por una parte de los 25 millones de “latinos” que trabajan en EEUU, constituyéndose en células durmientes a cargo de generar una serie de actos terroristas contra propiedades y ciudadanos estadounidenses y en lo que sería el inicio de una guerra de guerrillas interna y hasta que Trump cese su criminal política pirata y atentatoria a la soberanía de las naciones latinoamericanas y caribeñas.
Si estas respuestas no frenan a Trump, entonces habría una guerra declarada en la que por primera vez Trump y el Pentágono confrontarían la primera guerra mundial latinoamericana contra EEUU.
No estamos diciendo que las tres respuestas anteriormente mencionadas vayan a ocurrir efectivamente, pero sí que no debe dudarse, que de Trump continuar robándose barcos petroleros que no son suyos y conteniendo un petróleo que tampoco es propiedad estadounidense y asesinando a los trabajadores de los barcos pesqueros a los que denomina “narcolanchas”. Sí que sería factible, que se implementaran la respuesta dos, la de retiro de embajadores y la tres, de guerra de guerrillas y terroristas a lo interno de EEUU, sí que podría ocurrir.
Este medio solo presenta y a modo de esbozo, lo que cree que en el futuro cercano y de Trump continuar su política pirata, sería lo que ocurriría y de paso, generando a su vez, la propia caída del poder del mismo Trump y por afectar de tan desquiciada manera, los intereses de su país.
Pero también creemos, que los miembros del entramado industrial-militar del llamado estado profundo y antes de que todo se agrave, tomarán las decisiones de riesgo y muy al estilo de aquellas que hubo que implementar y que resultaron en el asesinato del presidente Kennedy y luego de su hermano Robert y cuando se entendió, que el segundo, realmente ganaría la nominación presidencial.
En consecuencia, solo puntualizamos y también advertimos, que es probable que los actos de piratería estadounidenses y ordenados por Trump vayan a tener tres respuestas devastadoras. Con Dios. (DAG) 21.12.2025
