El signo fatídico del Partido Revolucionario Dominicano (PRM) es ser el hijo del partido más antidemocrático y corrosivamente destructor de las instituciones nacionales: El Revolucionario Dominicano (PRD) que de tan malo, su líder natural debió de salir del mismo y junto a un minúsculo grupo de allegados tuvo que fundar otro.
Ese mismo partido originario en sus tiempos de gobernanza desde el 1978 al 1986, no solo que tomó por asalto las instituciones, sino que haciendo alarde de no saber gobernar, generó dos gobiernos realmente contradictorios con el quehacer democrático propiamente dicho y coronando su ausencia de civilidad con el nuevo lapso 2000-2004, donde de tan dañino, el presidente que se impuso mediante maniobras dolosas hijas de una supuesta lealtad al líder populista que le dirigía, dejó en su haber, el registro de haber propiciado la quiebra del principal banco de desarrollo de la nación y de paso, arrastrando a tres instituciones financieras más e incluido al tercer banco de la economía y todo, para facilitar que el resto de la banca cayera como buitre sobre el cuerpo aparentemente enfermo del caído banco de desarrollo y de ese modo, apropiarse abusivamente de todos los organismos internos, que adelantados en su tiempo, son parte ahora del “renovado” sistema bancario que se tiene.
Ese presidente de la República, con su ataque directo a aquel banco, el Baninter, más su actitud desvergonzada de tomar por asalto importantes instituciones de alta capacidad económica como el Consejo Estatal del Azúcar y jugando a ser el desalmado demagogo que siempre ha sido, llevó a la quiebra moral al PRD y al grado, de que ahora y a partir del 2020 y siendo la maldad personificada, logró que el nuevo presidente del periodo 2020-2024, Luis Abinader, le cediera más de la mitad de las instituciones de su gobierno y con énfasis en el sector militar, policial y de seguridad y los que de una u otra forma fueron afectadas en imagen y desempeño por las relaciones “sui generis” del expresidente con capos del narcotráfico y al extremo, de que a estos momentos, ese individuo puede decir, que si quisiera «se la podría poner en china» y hablando en dominicano, al presidente Abinader.
Este presidente, que tampoco se pudiera decir que no es el suficiente trigo limpio que se le suponía, es ahora y ya entrando al segundo año de su segundo periodo (2024-2028) quien viene a caer en cuenta, de que no han sido solo los funcionarios corruptores y corruptos que han terminado por empantanar al gobierno dentro de la peor imagen que un gobierno pudiera tener: De ser aliado del narcotráfico, lavadores de activos y evasores fiscales y lográndose que la autoridad pública haya terminado desacreditada en extremo como la peor administración de corrupción abierta que la nación y en algún momento hubiese podido tener, sino que también y básicamente, el «efecto Hipólito» le ha casi socavado por completo.
A este punto, sorprende que el aparato de inteligencia y data gubernamental no haya advertido al Poder Ejecutivo de las tratativas siniestras que han sido hechas y relatemos dos: La ola de «decires» infundados contra el más fuerte y solvente banco del esta economía, el Banreservas y la otra, del desorden de administración que significa un Bagrícola, que es dirigido por un cercano a Hipólito y otorgando préstamos al parecer ilimitados y sin ningún tipo de garantías a allegados o leales a ese expresidente.
En pocas palabras, lo que estamos viendo, es que el expresidente al que nos referimos y al ver que su plan original para tomar por asalto al nuevo gobierno que naciera de elecciones «prefabricadas» para el periodo que se iniciaría en el 2028, el presidente Abinader y hasta ahora, ha sido reacio a comprometerse con la candidatura presidencial para la hija de ese exgobernante, quien ahora y prácticamente, se ha decidido, al menos es lo que muestra, por socavar al régimen de Abinader, al mismo tiempo, que ha hecho que la hija y desde su posición de alcaldesa distrital, soliviante los ánimos y de una población capitaleña que está al grito con tanto acoso y abuso de poder en base a su policía municipal ( ya los capitaleños no pueden ir a los parques públicos, acosándolos o exigiéndoles pagos administrativos indebidos) y este accionar, con el solo propósito de que la gente se disguste con Abinader y porque en definitiva, el padre de la alcaldesa entiende, que de ese modo pudiera lograr que los acontecimientos terminaran por arrastrar hacia una caída violenta del gobierno y contando con sus amigos y protegidos de uniforme y del narcotráfico y también mediáticos de los que, los primeros, le entienden la especie de padrino, que siempre les ha cuidado las espaldas.
Conceptualicemos, lo que estamos viendo, es que desde el mismo gobierno y del PRM, es que está montada la conjura artera más terrible y con fines de que el presidente de la República quede desacreditado ante la ciudadanía y la que está al grito con los desmanes de la burocracia oficial, el desbarajuste de retroceso absoluto del nivel y calidad de vida y los manejos desestabilizadores de una prensa mercancía tradicional, que tiene un nicho de seguidores del expresidente Mejía y quien ha jurado, que si su hija no va como candidata presidencial, hará de todo hasta lograr descalabrar a todo el gobierno.
Abinader y hasta ahora, está dando la impresión de no querer ver la realidad que le circunda y lo que no debería de hacer y por una sola razón, sus enemigos políticos de adentro de su gobierno y más allegados al expresidente citado, sí que están haciendo lo suyo de restarle fuerza institucional ante la atrapada opinión pública.
Incluso y por los datos que nos llegan desde todos los litorales políticos y mediáticos, la conjura para debilitarle institucionalmente, no solo que está en punto de desarrollo, sino que después del escándalo de Senasa y la manipulación mediática que se ha hecho con la ciudadanía, muchos tememos, que cuando el presidente quisiera darse cuenta, no tuviera tiempo para devolver el golpe diestro y radical y también firme, que Abinader ya debe dar y si es que quiere salvar su gobierno y corregir el rumbo de su administración.
Recalquémoslo. Abinader y con urgencia debe hacer cambios radicales profundos en la composición de su gobierno y sobre todo, hacer una purga con la parte de la administración de la que algunos dicen que solo guardan lealtad al mañoso expresidente.
De lo contrario y este medio se lo dice y no como amigo o enemigo y sí solo en su calidad natural de critico de sus ejecutorias, pues tememos, que si no lo hace, llegaría el momento que no podría reaccionar cuando se diera cuenta y recordara, que los perremeistas son tan malos, que ellos mismos están conspirando y presumiblemente junto a Hipólito y Carolina, porque la guardia tumbe al presidente Abinader. De hecho la conspiración está montada en toda regla. Con Dios. (DAG) 25.12.2025
última actualización: 12:54 pm.





