Todos los que han tratado a Hipólito Mejía, siempre coinciden en entender que se llevan la sorpresa en los cambios de carácter del personaje, tan pronto este se muestra con su característica de persona incapaz de pensar con claridad a causa de alguna emoción y que al final, siempre ha sido la razón, de que pocos de los que realmente le hayan conocido pudieran decirse que el individuo mereciera su confianza.
Por eso, cuando fue político y luego funcionario y más tarde presidente, nunca nadie que le ha tratado se ha sentido a gusto con sus cambios de humor y su característica tan pérfida, de clavarle el puñal por la espalda a todo aquel de sus relacionados, que entienda que tendrá futuro y siempre en base a sus propias fuerzas, capacidad y personalidad.
Al cuestionado expresidente se le entiende nada de fiar y lo más significativo, que quienes le rodean, antes, ayer y ahora, nunca dejan de entender que debe andar como la guinea tuerta, siempre al acecho y esperando la traición que en cualquier momento les pudiera llegar.
A Abinader lo trató todo el tiempo como si fuera su muchacho de mandados, hasta le convenció para que renunciara a su partido familiar, la Alianza Social Demócrata y aprovechando su registro legal, lo refundó como Partido Revolucionario Moderno (PRM) y cuando creía que lo tenía en su puño y ya como presidente de la República, a mediados del primer periodo (2000-2024) vino a darse cuenta que el discípulo le salió más listo de lo que suponía y entonces, se preparó para cuando llegara el momento de romper y públicamente.
Todavía no lo ha hecho, pero por dos ocasiones estuvo al tris de hacerlo y si hasta ahora se ha frenado, ha sido porque sabe perfectamente de lo que es el poder presidencial absoluto y en un hombre, que de tan inteligente, todo el tiempo se ha hecho como si fuera el idiota al que Hipólito y casi todo el mundo controla y mangonea.
De ahí que ya casi no insiste en que su hija Carolina vaya a ser la candidata presidencial del PRM, pero eso sí. Aguardando la oportunidad para ver si pudiera descalabrarle.
De este modo y como se sabe y peor, creyéndose que es verdad que tiene el control absoluto de los ministerios y organismos descentralizados en los que colocó a los suyos, se prepara taimadamente y para lo que entiende su golpe final…pero ladino como es, aunque el carácter lo traiciona, intentó su primer golpe “pre a porter” con la súbita campaña desinformativa y mentirosa, que alguien suyo iniciara en los mass media, de que supuestamente había que desconfiar del único banco de esta economía que nunca podría quebrar y al ser el poderoso banco del Estado que es, Banreservas. Todo se reducía a tratar de poner nervioso a Abinader y hacerle entender, que con una buena campaña propagandística y en materia de imagen pública, hacer que la mayor cantidad de incautos desconfíen.
No se le dio y porque Abinader no le hizo el juego y eso sí, arriesgándose temerariamente el jefe de Estado y de Gobierno y al no salirle personalmente al frente, aunque si el gobierno.
Al Abinader demostrarle que no es el presidente sin experiencia que llegó al cargo y sí el ducho y fuerte que ahora se muestra, Hipólito vuelve a recogerse, pero satisfecho de que al menos logró que gente tonta le siguiera su juego.
Sin embargo, ahora Abinader está sobre aviso y por lo que sabemos de acuerdo con nuestras fuentes, ya hizo conciencia de que debe cambiar y radicalmente la composición burocrática de su gobierno y siempre buscando ciudadanos en los que Hipólito no tenga ningún tipo de influencia.
De este modo y al momento que el presidente haga los cambios trascendentes que su gobierno requiere para continuar los tres años que aún le quedan de mandato, veremos que poco que mucho, el peso político del expresidente dentro del PRM y su gobierno tenderá a disminuir sensiblemente y de golpe de hacha, si intentara insistir con el proyecto nati muerto de la hija, experimentaría los efectos políticos más demoledores.
Ya mismo Hipólito, entiende, que habiendo colocado a Félix Reyna, su perro de presa mediático leal y en el importante cargo de la dirección de prensa palaciega, a través del periodista, asume que tiene un fuerte pie de amigo en el sector mediático. Pero y bueno es advertirle, ahora Abinader está al acecho y hablando en criollo no le dejara pasar ni una.
Y es, que cuando se está en la lucha de preservación del poder, al tiempo que otro trata de desalojarle, la pugna se convierte en ríspida y nunca en términos medios y en esto también hay que puntualizarlo, no es que Reyna se dejaría utilizar tanto como para perderse, pero si se descuida, sí que podría perder la confianza de Abinader.
Tenemos pues, una situación y por más que Hipólito y los suyos crean lo contrario, que para esta ocasión y hablando en lenguaje populista, “lo que diga Abinader es lo que va” y quien no lo crea, que entonces tiente al Diablo y verá lo que le saldrá y lo dice un medio, que no es amigo y menos enemigo del presidente y sí su crítico y como es nuestro deber institucional con cada gobierno, pues el poder siempre necesita contrapesos creíbles que le hagan ver la realidad del camino por el que se pisa.
¿Se entiende por qué decimos, que la obcecación suicida de Hipólito porque la hija sea presidenta, lo lleva hasta dejar correr el rumor insidioso contra el Banco de Reservas y como igual hiciera en el 2003 para derrumbar a Baninter y de paso, hasta intentar tumbar a Abinader? (DAG) Con Dios. 26.12.2025
última actualización: 09:56 am
