¿Cómo es posible que la policía se haya convertido en el peor nicho criminal que tiene este país, que los militares se ha dejado dominar por lo fácil e ilícito y como lo es el continuo tráfico de haitianos ilegales, que los empresarios y financistas son la peor mafia que tomando por asalto la economía, ha reducido a lo peor al ciudadano y convirtiéndolo en un esclavo económico que solo se mueve por la corrupción, la inversión de valores morales, la perversión y degeneración de costumbres y ausencia de moralidad y del trato propio de personas civilizadas?
Así mismo, ¿quién explica que el 75 % de la gente adinerada y de fortuna, las mismas tienen de fundamento, lo ilícito a gran escala y tanto en el contrabando, el mercado atrapado, la evasión fiscal y los asesinatos por encargos?
¿Qué decir de cerca cuatro millones de jóvenes entre 13 y 28 años y la gran mayoría, los más parecidos a lacras sociales que solo piensan en teteos, no trabajar y tampoco estudiar, solo en la vida fácil y el uso de sus cuerpos como mercancía de sexo, mientras que las instituciones sociales, religiosas y educativas también han sido tomadas por asalto por los miembros de una baja burguesía amoralmente detestable?
¿Acaso tenemos nación o en cambio hemos destruido nuestra patria y por eso desde el Gobierno como desde el Consejo Nacional de Competitividad, la madriguera de pillos que hay en ellos se han lanzado ferozmente a haitianizar la vida nacional y al extremo, de que solo entre la policía y la guardia, son no menos de cinco mil los efectivos de origen haitiano que le dan órdenes a los dominicanos a los que vejan e igualmente los matan y absolutamente nadie hace nada por derrumbar semejante estado de cosas que no se aviene a lo que la República Dominicana era cinco años atrás, cuando siempre había sido una nación con un pueblo digno y de costumbres sanas y ahora lo que hay es un conjunto de individuos absolutamente prostituidos y envilecidos por la inmoralidad más extrema como abusiva y mientras los extranjeros y a la vista de todos, por la cobardía colectiva, los dominicanos dejan que hagan lo que les plazca y ahí las muestras de los Vicini y los Corripio e igual los Rainieri ?
¿De qué gobierno se puede hablar, cuando lo que hay es un conjunto de individuos que así como tienen de meta el enriquecimiento ilícito y desproporcionado, han llevado a la economía a un colapso casi total y teniendo un gobierno cuyo presidente es el gran responsable del manejo de más de 6 mil 800 millones de dólares de los contribuyentes y cerca de 70 mil millones de dólares tomados de préstamos en el exterior y sin que ningún legislador hubiese impedido que se hubiesen violado cuanta ley, Abinader y sus socios de Competitividad quisieran y para colmos, ahora sin liquidez y teniendo que buscar préstamos para hacer un puente o corregir las fallas de construcción en todas las construcciones de vías públicas, terrestres, acuáticas como aéreas y para remate, provocando una terrible destrucción de la capacidad productiva nacional desde la agricultura y con una minería entregada abusivamente a intereses extranjeros que la explotan sin control ni supervisión de alguna naturaleza?
Y es que el dominicano ha caído tan bajo, que al no ser ciudadano y sí siervo, no le ha importado destruir y conspirar contra su propia nación y que al conocerse, dentro de la gente decente y porque todavía la hay, se muestra una terrible vergüenza ajena, junto a un grave nivel de impotencia, que solo porque la virilidad colectiva se ha perdido, es que se puede entender como toda una banda de facinerosos a gran escala ha podido secuestrar y esclavizar a la República.
Lo correcto debió de haber sido, que la República y como un todo, debió de haberse sublevado y hasta destruir el terrible estado de amoralidad a gran escala que está destruyendo nuestra nación y que es la razón de que no hay embajador de cualquier país y registrado como representante ante el gobierno, caso del PNUD es vergonzoso, que no se burle de la nación, desprecie a su ciudadanía y solo la utilice como si la nación se haya convertido en el gran lupanar que el gobierno, competitividad, las mafias del narcotráfico y el contrabando de mercancías, así como de la evasión fiscal han reducido a un pueblo que se ha convertido en enemigo de sí mismo, paradójicamente digno de mejor suerte y prisionero ahora de los sentidos, la concupiscencia, la amoralidad, la droga y la degradación moral más acentuada.
Llegándose al extremo, de que el presidente lacayo que se tiene, muestra más interés por estar bien y más servil que nadie con el secretario de estado estadounidense Rubio, que el respeto que debería tenerle a la Carta Magna y lo que provoca una gran vergüenza en las personas decentes, quienes de pronto caen en cuenta, que por culpa de su conservadurismo y cobardías, también ellas son culpables de la terrible degradación amoral que ahoga a la República.
Si esto se quiere comprobar, véase como esa prensa prostituida y de arrastrados, manipula a los dominicanos e impone medios de comunicación y de información de masas cuya fuerza mayor es la imposición de la autocensura a sus periodistas y comunicadores o el activismo político de serviles al estilo de la Plaza de la Bandera y para que sean estos, los que influyan y degraden aún más, a una nación ya conformada por una mayoría de prostitutos, gente sinvergüenza y canalla, cuya mayoría solo entiende riqueza mal habida y mejor, si es debido al robo, al capitalismo salvaje, la depravación y el mercado sexual.
De esta manera, a este país ya no se le respete en el concierto de las naciones del planeta y a sus ciudadanos se les ve y trata cómo delincuentes, estafadores y falsificadores a gran escala. ¿Qué hacer entonces?, ¿cómo solucionar el actual estado de cosas?
¿Acaso no entienden, que esa manera desfachatada de extranjeros refugiados que han caído aquí por circunstancias y como esa población venezolana flotante de cerca 150 mil individuos, es a lo que se debe que los mismos dominicanos recibimos de ellos y en nuestro propio país, el mayor de los desprecios; mientras a favor de Haití, el gobierno y los ricos de Competitividad y apoyados por oenegés de la ONU enemigas de esta nación, han impuesto una invasión de ilegales con el interés básico, de que algún día puedan anexar nuestro país al suyo y comenzando con más de cien pueblos limítrofes con el país transfronterizo y donde el 80 por ciento de sus habitantes son haitianos ilegales y hablamos de hoy, quienes ya están al tris de que las autoridades de su país y con apoyo de Washington, proclamen que esos pueblos son parte del territorio haitiano?
¿Será que Dios nos ha abandonado y si nada cambia a favor de nuestra nación, hacerla desaparecer o no tiene sentido que digamos, a lo que se ha llegado. las Fuerzas Armadas y la Policía son un fideicomiso de los ricos de Competitividad, el gobierno es un desastre institucional y el dominicano ha sido convertido en un drogadicto y vividor, mientras una profunda haitianización nos carcome? ¿Hemos perdido nuestra nación? Con Dios. (DAG) 18.09.2025
última actualización: 04:11 pm.