Desde antes del 2024, entre Hipólito y Abinader hubo un principio de acuerdo táctico eleccionario de que, a partir de este año, el expresidente iniciaría su campaña interna a favor de que su hija Carolina sea vista como la futura candidata presidencial del PRM de cara al 2028.
Consecuentemente, el expresidente marcaría territorio y tiempo a favor de esa pretensión, de suyo arriesgada, dadas las pocas luces de la posible precandidata. Sin embargo, Hipólito ha caído en cuenta, de que su candidata no es del todo acogida, ni por Abinader y tampoco por una parte del grupo palaciego que controla con firmeza los instrumentos del poder.
Tal perspectiva, ha provocado que el repentista político ochenta añero y de muy mal carácter cuando entiende que se le quiere contradecir, se hubiese propuesto cruzar límites y abierta y aparentemente contando solo consigo mismo (tiene medio gobierno) abrir camino para que su hija inicie su andar electorero.
¿En qué se fundamenta el expresidente?, que si bien es cierto que el presidente Abinader es quien nombra al 100 por ciento de la empleomanía pública, a este día, el expresidente tiene el control de un poco más del 75 por ciento de los cargos y despachos públicos y tanto de ministerios como de direcciones generales y hasta de superintendencias y fuerte influencia en lo militar y policial.
Es decir, Hipólito cree que realmente tiene bajo su influencia a más de medio gobierno y en base a ello, recursos de estos y aparentes seguidores, parecería que cree que ya ha llegado el tiempo y para efectuar una campaña electoral familiar, pero profundamente anti Abinader.
Por eso el pleito soterrado sobre el control que tenía del ministerio de Defensa, de donde ya se ha visto que un vasallo suyo fue removido y ahora su última declaración tan provocadora, de que entiende que el sector eléctrico está siendo “manejado como un relajo” y en una abierta manifestación de que también quisiera su control y de paso, atacando de lado a la vicepresidenta Peña que tiene influencia en el sector eléctrico.
Pero de acuerdo con nuestras fuentes, el expresidente también quiere algo más y de ahí que haya empezado a cortejar la posibilidad, de manejar a distancia todo lo relativo a lo de la investigación de “tierras raras” por Pedernales y lo más significativo, que tal investigación fuera llevada por uno de los suyos, el exsenador Ramón Alburquerque y pretendiendo que a este político se le nombre en el ente nuevo de la llamada empresa minera dominicana (EMD).
Ahora bien, la situación va más allá, José Paliza, el avispado emprendedor gubernamental colocado en el ministerio de la presidencia y quien es el alma y espíritu del sector de nuevos ricos desde el poder cuyos miembros tienen tanto o más dinero que los ricos tradicionales de este país, parecería que ha hecho su objetivo todo lo relativo a tierras raras y el control de la EMD y de ahí el choque de trenes que se avecina y según nuestras fuentes entre Hipólito y Abinader.
Elucubrar sobre la posibilidad de quien gane o pierda, realmente no tiene significado y si antes no se toma en cuenta lo de la superestructura burocrática que Hipólito cree que tiene y controla y que trata de dinamizar para la posible precandidatura de su hija, la nada “dinámica” alcaldesa inaugura parques en el Distrito Nacional.
De ahí que ya no dudemos, que, contra todo riesgo, el expresidente cree a pie juntillas que podría vencer al presidente Abinader y olvidando, que nunca nadie pelea con el político que sea presidente de la República en ejercicio y menos, con uno, que como “el tayota” que todavía Hipólito cree que Abinader es, se ha demostrado, que, si se realiza un concurso sobre el más inescrupuloso y frío en sus decisiones, a -Abinader- no le ganaría nadie.
Lo que obliga a pensar y en consecuencia, que el país político será testigo, de que en los próximos días, el pleito sin límite y tiempo entre el supuestamente llamado “líder del partido” y frente al presidente y líder real, será uno que comenzará desde el mismo momento que todo el mundo se dé cuenta, de que en el gobierno comenzó una purga contra todos los “hipolitistas” y lo que de entrada, hará que quienes así se entienden, empiecen a desertar y colocarse a la sombra “que protege y beneficia” y lo que lo mismo va para las bocinas mediáticas que creen que están a resguardo si Hipólito lograra su propósito de que su hija sea reconocida como la candidata para el 2028 y lo que desde ahora hay que decirlo, nunca será del modo que el expresidente quisiera.
Desde luego, en política del poder nunca nadie debe decir la última palabra y menos, cuando esta, la dictan los acontecimientos del momento, pues ahora Hipólito quiere enfrentar a Abinader y en un acto de sobrevaloración realmente perturbador y lo que perfectamente podría modificarse y en favor o en contra de cualquiera de las partes, dependiendo del tipo de transacción obligada a la que ambos y para dentro de tres años estarán abocados.
Sí, es verdad que Abinader habló y reiteró que no volverá a ser candidato presidencial, pero lo dijo, cuando no tenía enemigos internos abiertos, pero ahora que ya los tiene, es difícil no suponerle, que, si las circunstancias lo requieran, no daría un giro al respecto. Total, por la población no tiene que preocuparse y porque como se ha visto y una encuesta de su gobierno lo publica, la mayoría nacional no está en eso de perder favores y mucho menos en un país en el que mucha de su gente apoya todo lo que sea corrupción desde el poder.
Naturalmente y como un asunto de táctica del presente y para una estrategia a tres años, lo prudente debe ser, que el presidente archive su propuesta de reforma constitucional y se fortalezca en los ámbitos de las fuerzas vivas y la sociedad civil y tal vez de ese modo podría sobrellevar la tempestad que ya se le viene encima.
Teniendo lo anterior en cuenta, es que decimos, que a trece días de Abinader estar al frente del nuevo gobierno y ya Hipólito inicia su proceso de socavamiento gradual y pretendiendo más cuotas de poder. Con Dios. (DAG) 29.08.2024
IMAGEN: Hipólito en el 2000 y cuando tenía buena salud y era menos venenoso que ahora.
