Discrepar sobre la manera extraña, audaz y también torpe de cómo se está comportando y dando la desagradable impresión, de que más que un gobierno democrático, quisiera crear uno de corte dictatorial en el que las libertades de disidencia por un lado y de palabra por el otro y sin dejar de mencionar la libertad de conciencia, sean pisoteadas en base a aplicar una ley absolutamente totalitaria y como es la 1-24, a nuestro modo de ver, es lo menos que se puede hacer y con miras de que nuestro liderazgo de opinión independiente frente a todos los poderes públicos y privados y de 52 años continuos, se mantenga incólume en las preferencias de quienes respetan nuestro criterio profesional.
En este sentido, sería faltar a la verdad, si se hablara de un presidente Luis Abinader Corona, como si fuera un jefe de Estado y de Gobierno que no quisiera lo mejor para la nación. Sin embargo, al ver como su partido se comporta y también su gobierno y en lo que ya se sospecha del uso de un ejercicio de poder trunco en materia de libertades públicas, da justificación más suficiente y en particular a quien escribe y siendo un ciudadano de ochenta años cumplidos y quien en los últimos sesenta años ha sido testigo de excepción de uno y otro ejercicio de gobierno, obliga a que al joven como temerario presidente haya que puntualizarle, que al menos este medio, nunca podría favorecer que su gobierno se convierta en uno represivo y de corte dictatorial y ante lo cual y por simple sospecha, nos mostramos ácidos al emitir nuestra opinión.
Solo hay que ver y esto lo importante, que al presidente no le importa que su partido y hasta el mismo, hubiesen actuado con miras de no importarle retener el poder mediante el fraude más descomunal y gracias, lo que también debe decirse, por la conspiración secreta que tanto Abinader como Danilo y Leonel urdieron para que se quedara en el poder mientras los dos expresidentes se guardaran sus lenguas en sus bolsillos y solo porque creían que con esa colaboración, el presidente no sería capaz de intentar y por medio de la reforma constitucional que anuncia, pasarlos a retiro y sin derecho alguno a volver a postularse para el alto cargo de elección directa que Abinader tiene y los otros dos han tenido.
Paralelamente a esta situación, es evidente que el presidente quiere comer con su dama, quedándose con el poder absoluto y lo que públicamente ha hecho ver en declaraciones públicas, de que al Poder Legislativo no le concederá espacio alguno para que ningún senador o diputado se atreva disentir de su proyectada reforma y la que, de suceder, llevaría a la República e institucionalmente, a un callejón sin salida.
Por ejemplo y para darle veracidad a este análisis, preocupa el fuerte control que Abinader tiene del mundo mediático, donde y con el mecanismo de la autocensura, hace que los mismos medios y periodistas persigan a las voces disidentes y hasta envíen algunos al ostracismo, para que lo que digan no llegue a la mayor cantidad de miembros de la opinión pública y de ese modo, aquellos sean segregados del debate mediático. Ni hablar de que se está ante el más serio atentado contra la libertad de prensa y lo grave, com complicidad del mundo mediatico criollo.
Al mismo tiempo, es público como a base de cañonazos de papeletas enmascarados en contratos de publicidad y pagos de voces amaestradas en la radio y la televisión y con mayor firmeza en las redes sociales y sus lupanares, el grueso de la opinión pública solo reciba el meta mensaje que el presidente quiere que a la gente le llegue.
Puede y en los casos anteriores, que se nos diga que lo que criticamos no sea rigurosamente cierto, pero, ¿cómo esconder, que para este año el gobierno tiene proyectado y para compra de lealtades mediáticas, un presupuesto cercano a los diez mil millones de pesos y lo que ha originado, que a la fecha, los medios y periodistas más comprometidos con el régimen, tienen contratos individuales de publicidad y propaganda entre cinco y veinte y cinco millones de pesos por mes, mientras todos los periódicos escritos, sus ingresos fijos del área gubernamental pasan de los diez millones de pesos cada treinta días y ni hablar de los subsidios a los negocios y emprendimientos de los no más 20 barones mediáticos.
Si con semejante control fáctico no se pudiera pensar que Abinader ya acapara el poder absoluto y en lo institucional como en lo mediático, ¿sería difícil mal suponer, que tanto esfuerzo va dirigido a imponer un gobierno autoritario y que, si la gente se mete en miedo, también imponer la dictadura cívico-militar abierta?
Entonces nada puede ser dejado al azar y sí asumir, que lo que Abinader tenga pensado y con el pretexto de su atrevida reforma constitucional, lo único que se puede entender, es que se camina hacia una dictadura y apoyada por un millón de cabezas de familia que son parte de la burocracia del Estado y otros dos millones de familias beneficiadas directas de los subsidios vía ayudas sociales. Es decir, de 11.5 millones de personas que dejaron de ser ciudadanos para comportarse como ciervos, Abinader tiene en su puño la voluntad prisionera y por el estado de necesidad, de no menos 9 millones de dominicanos.
Y si esto es así y al final los hechos que se sucedan demostrarán que nos hemos quedado cortos en nuestra apreciación, que entonces y desde ahora planteemos nuestra disidencia más firme y ante lo que creemos, sería un retroceso institucional de hondas repercusiones funestas para la República e invitemos a los lectores que nos honran con leer estos análisis, que se den cuenta de que al gobierno hay que hacerle una oposición firme y para que se ajuste a Derecho y porque lo más grave a todo esto, es que ya Abinader ha creado las condiciones para que entre el 16 de este mes y el 16 de diciembre, haya impuesto un gobierno fuerte y como nunca se vio en la Era de Trujillo y menos en los gobiernos de Balaguer.
Al tener todas inquietudes tan presentes, es que decimos, que Abinader debe recordar, que él fue “elegido” presidente de la República y no, que, por medio de una reforma constitucional autoritaria, crea que puede ser presidente benefactor. Con Dios. (DAG) 10.09.2024
IMAGEN: Nuevo Diario
